Carta de Marcelino – 316

Marcellin Champagnat

1840-01-29

A pesar de la respuesta del mes de agosto del año anterior (Nº 264), el Sr. Page insiste cada vez más para tener Hermanos, enviando hasta ocho cartas antes de la apertura de la escuela, sin contar las visitas a l?Hermitage con el mismo fin. La construcción de una escuela, proyectada desde 1837 (cf Nº 97), se anuncia como inminente, aunque deja una cierta demora para el envío de los Hermanos, ya que, desde el principio, es preferible ofrecer a los Hermanos una instalación definitiva. Pero el Sr. Párroco tiene demasiada prisa y no seguirá este consejo; el 11 de mayo siguiente anuncia: «He alquilado una casa muy hermosa con patio y huerta, cinco habitaciones en el primer piso y dos bellas salas de estudio en la planta baja, todo bien construido y bien situado. He hecho sembrar el huerto a la espera de los Hermanos que tuvo la bondad de prometerme para el próximo principio de curso, si estábamos preparados para recibirlos. Nuestra administración decidió anteayer que se construirá la escuela siguiendo los planos que ya habíamos preparado...». (AFM, 129.79). No se puede reprochar al Sr. Párroco, devorado por un celo infatigable, el hecho de interpretar esta carta según sus propios deseos. Más adelante, experimentará lo acertado del consejo que encierra la presente. Está dictada por el Padre Champagnat, pero no escrita por él, lo que se comprende fácilmente, puesto que ya no es el Superior y se ve minado por la enfermedad. (Cf. BCT, pp. 228-230.)

Sr. Párroco:

Con gran satisfacción hemos sabido que sus administradores pensaban construir muy pronto una casa destinada a las escuelas de su ciudad. Para asegurar y hacer prosperar esta obra es muy importante tener la ayuda de la autoridad municipal. Creemos también, y es la experiencia quien nos lo ha enseñado, que haría usted muy bien de no alquilar ninguna casa, sino esperar a que el nuevo local esté hecho. Una casa alquilada necesitaría reparaciones cuyo importe estaría mucho mejor empleado en la vivienda de los hermanos y, por otra parte, sería el mejor medio de frenar el celo de sus administradores y de retrasar, o incluso anular, la ejecución de su proyecto. Cuando vean las escuelas ya en marcha, lógicamente tendrán menos prisa para trabajar en el local proyecta y el Sr. Prefecto presionará mucho menos para su ejecución.
Además, mucho nos tememos no poderle enviar hermanos para el día de Todos los Santos, debido a que los que ahora se encuentran en Vauban no estarán todavía disponibles para la enseñanza y los de nuestra casa de l?Hermitage estarán todos, probablemente, comprometidos por las promesas realizadas antes de la que usted cree haber conseguido. No es que no sintamos gran deseo de abrir la escuela de Digoin, pero querríamos verla desde el primer momento en las mejores condiciones. Sabemos, sin ninguna duda, que cuando se empieza sin que todo esté a punto, suelen surgir los mayores problemas y las cosas no pueden ir bien.
Espero que los excelentes Párrocos de la diócesis de Autun se interesen especialmente por el noviciado de Vauban. Haremos un esfuerzo para formar lo antes posible las vocaciones que se sirvan enviarnos y se las devolveremos luego con gran satisfacción.
Tengo el honor de ser, etc.,

Champagnat

Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives

fonte: Según la minuta, AFM, RCLA 1, pp. 170-171, n.° 214.

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