21 de noviembre de 2007 SRI LANKA

Misión ad gentes

Durante un fin de semana en el pasado mes de octubre, el H. Michael Flanigan, delegado del Superior General para la Misión ad gentes, dirigió un taller a los hermanos de la Provincia de Asia del Sur que están en Sri Lanka, respondiendo así a la llamada del Provincial, H. Sunanda Alwis, que le había invitado a hablar sobre la misión y lo que ésta significa en la vida de cada hermano.

Michael comenzó el taller dando una visión general del proyecto ad gentes y de los pasos que se han ido dando hasta la fecha. Se han establecido presencias maristas en 6 países asiáticos y 3 fuera de Asia. Y en estos momentos hay un grupo de seis hermanos que están terminando su período de discernimiento en Davao, dispuestos ya a incorporarse a la misión. Ciertamente se ha hecho una buena labor.

A continuación, el delegado pasó a enfocar el tema de la misión en el contexto actual del Instituto, explicando cómo esta llamada ad gentes supone una invitación personal a la conversión del corazón, o una ?revolución del corazón? como le gusta decir al H. Seán Sammon, Superior General. El proyecto de Misión ad gentes significa un cambio para el Instituto, debido a las comunidades que están surgiendo en nuevos países, pero también ha de llevar a un cambio en el estilo de presencia y en el desarrollo de los apostolados. El proceso que comenzó con la reestructuración de las Provincias, con su llamada a la sencillez de vida, tiene su continuidad en el presente programa misionero. El H. Seán nos pide una renovación de corazón, una profundización en nuestra relación con el Señor y con María, y la recuperación de aquel fuego original que inspiró a San Marcelino. Tenemos ante nosotros el reto de ?reivindicar el espíritu del Hermitage?, como algo que nos pertenece.

Ése es el desafío que nos plantea el H. Seán: ser fieles al sueño fundacional de Marcelino y apropiarnos del espíritu de sencillez que marcó la vida de nuestros primeros hermanos.

El taller del fin de semana nos dio la oportunidad de poder reflexionar sobre estas cosas personalmente, para luego compartirlas, tanto en pequeños grupos como en reunión general.

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