Misión Marista de Solidaridad

Dejar todo de lado y arremangarse. Este es el pensamiento de los más de 400 jóvenes maristas que participaron en la 13ª Misión Solidaria Marista (MSM).

El objetivo fue permitir que los estudiantes vivieran de cerca el día a día de residentes de comunidades en situación de vulnerabilidad social en algunas ciudades de la Provincia Brasil Centro-Sur (Curitiba, Cascavel, Florianópolis y Ribeirão Preto), del 21 al 27 de enero.

Realizada anualmente desde 2005, la MSM tiene el objetivo de promover la educación para la solidaridad, a partir de una experiencia vivencial de aprendizaje recíproco y de diálogo, en el que permite a los estudiantes vivir de cerca el día a día de residentes de comunidades en situación de vulnerabilidad social.

La actividad permitió el compartir la vida entre jóvenes y comunidad, con el fin de despertar el sentido crítico, la sensibilidad solidaria y la espiritualidad de ambos.

Además de la convivencia compartida entre comunidad y participantes, en cada local hubo un gesto concreto, es decir, una acción práctica que colaborará para el desarrollo local.

Entre los gestos de este año hubo revitalizaciones de espacios comunitarios, como escuelas, huertos y áreas de convivencia.

También se promovieron momentos de debates, diálogo con las familias de los barrios cercanos y actividades educativas y recreativas para los niños y adolescentes de la región.

Según Diogo Galline, representante del Sector de Pastoral del Grupo Marista, los jóvenes que participan en la MSM adquieren una mirada más crítica sobre la sociedad, capaz de provocar cambios internos que lleven a la transformación social.

“La Misión Solidaria quiere contribuir con la educación en la solidaridad de esos adolescentes y jóvenes, es decir, ayudarles a incorporar en sus respectivos proyectos personales la importancia de una vida pautada en la justicia y la fraternidad”, explicó Diogo.