9 de enero de 2012 CASA GENERAL

Ocasión para dar gracias por su servicio a favor de la misión que se realiza desde la Casa General

El día 22 de diciembre de 2011, todos los laicos que colaboran a través de diferentes servicios en la Casa general y los hermanos presentes, tuvimos una verdadera fiesta en ocasión de la Natividad del Señor.

Se inició con una celebración dirigida por el H. Pedro Sánchez de León, Secretario general. Acentuó cómo la labor de los laicos, aunque realizada dentro las cuatro paredes de la casa, está abierto al mundo.

Después el H. Joe Mc Kee, Vicario general, en nombre del Superior general, el H. Emili  Turú y su Consejo, expresó su agradecimiento: “por el don de su persona, sus talentos y su trabajo que hace cada día fielmente. Entre todos hacemos posible el llevar a cabo nuestra misión en la Iglesia. Gracias por su dedicación y su amistad”. Y utilizando el mensaje de Navidad que nos dirigiera el H. Emili, subrayó lo siguiente: “La Navidad: una invitación a recorrer el camino que conduce a su centro, … donde cada persona puede encontrarse consigo misma y contemplar en silencio, el misterio que lo habita”. Hay tantas cosas que nos empujan hacia afuera de este camino, expresó. “El Hijo de Dios, por su encarnación, se une en cierto modo, con cada persona!”. La Navidad es una llamada a entender el significado profundo de un Dios hecho hombre. En lo más íntimo de nuestra humanidad nos encontramos, encontramos a Dios y también a los demás. “Si este viaje (al interior de sí mismo) es auténtico, se manifiesta en signos como la paz, el equilibrio, la entrega a los demás”. Esto lo vemos en personas maduras, que buscan el equilibrio en sus vidas e irradian paz, bondad, aceptación de los demás… “Todo lo que los hombres egocéntricos han destruido,  podrá será reconstruido por hombres centrados en los demás”. Esta frase de Martin Luther King –enfatizó el H. Joe–, citado por Emili, es un mensaje de esperanza. En nuestro mundo, con tanto egoísmo y búsqueda de los propios intereses, la Navidad es una invitación a ser capaz de salir de sí mismo, ofrecer y compartir con los demás todo lo bueno que hay en nosotros. Y antes de la entrega del regalo ofrecido por el Consejo general, dijo que “su pequeño regalo de Navidad sea también un gesto de solidaridad. Éste no lo encontramos en los grandes almacenes, sino en aquel solidario. Al ofrecer esta representación del misterio de la Navidad, hecho en los países del Sur, sabemos que, de manera indirecta, estamos ayudando a otras personas que necesitan de nosotros”.

Finalizando sus palabras los H. Consejeros, Antonio Ramalho, John Klein, Michael De Waas, y Pedro Sánchez de León, hicieron entrega de los regalos a los laicos.

A continuación el H. Pietro Bettin, superior de la Comunidad, expresó también su agradecimiento a todo el personal que a través de sus distintos servicios colabora en todo lo que se lleva a cabo en la Casa general. Expresó que la Navidad “nos invita a dejar el miedo, es un mensaje de alegría y esperanza, que nos recuerda que Dios está entre nosotros y se hizo hombre”.

Aprovechando el momento, el H. Aloisio Kuhn agradeció las muestras de preocupación, cariño e interés, y las oraciones hechas por su salud.

Por último, como es habitual, se pasó al brindis navideño y comida. 

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