21 de noviembre de 2005 ESPAñA

Una posibilidad de reiniciar procesos o de comenzarlos

¿Para qué puede servir el curso de espiritualidad? En primer lugar es una posibilidad de retomar la vida. A nuestras edades, tal vez más que en otras, es bueno hacer un alto y evaluar qué hemos hecho, qué hacemos con lo que somos y tenemos?, qué y cómo queremos vivir lo que el Señor nos regale todavía.
Es una posibilidad de reiniciar procesos? o de comenzarlos. Procesos de vida de oración, procesos de analizar la vida y dejarnos acompañar para ir superando aquello que no está conforme al designio del Señor.
Posibilidad de pensar que la vida necesita ser evaluada periódicamente y que es bueno hacer un alto al fin de la semana para ver qué hacemos y cómo lo hacemos.
Posibilidad de establecer ritmos sanos de descanso, de esparcimiento, de formación? ¿No es acaso esto lo que se nos pide para vivir una mejor vida religiosa marista?

Nuestros documentos insisten en la importancia de la formación permanente como medio de revitalizar la vida religiosa y marista. Creemos que, para las provincias aquí representadas en nuestras personas, este puede ser un medio de revitalización.
Estamos convencidos que aquí no existen los milagros, sólo posibilidades. El milagro lo hace cada uno, o mejor, debe dejar que se produzca en su persona.
Si pudiéramos comparar este curso con algo, podríamos decir que es como una mesa servida: hay de todo, hay en cantidad. Todo depende del apetito que cada uno traiga para así poder aprovechar.
Cuando vinimos aquí ?no todos veníamos igual, ni con las mismas expectativas?- no sabíamos bien lo que este curso nos iba a deparar. Hoy creemos haber hecho vida lo que se nos ha ofrecido.

VOLVER

Día internacional de los derechos de la niñ...

SIGUIENTE

Entrar en lo más profundo de sí mismo para ...