1 de febrero de 2016 MADAGASCAR

Año Fourvière

Las diferentes ramas de la familia marista se han citado el domingo 17 de enero de 2016 en la escuela de secundaria privada Saint Joseph Antsirabe, Madagascar, para la celebración del Año Fourvière: estuvieron presentes las Hermanas Misioneras de la Sociedad de María de Ambositra (SMSM); los hermanos maristas; los exalumnos maristas (AEFM); los laicos maristas, los jóvenes maristas de Madagascar (JMM) y las familias de los hermanos. La gran sala de la escuela privada St. Joseph fue construida para recibir a todo este “mundo marista”.

Después de la oración preparada para este encuentro, el hermano provincial dedicó un tiempo a explicar el significado del Año Fourvière y por qué se había creado este año para tal celebración.

La explicación fue dada, mediante un vídeo, por el reverendo hermano Superior General, de modo que todos pudieron ver y escuchar el cómo y el porqué de la celebración del año Fourvière.

Después de la intervención del Superior general, se procedió al diálogo y a las preguntas. Posteriormente, las Hermanas Maristas Misioneras (SMSM) presentaron la congregación de los Padres Maristas: sus principales fundadores, el origen de la fundación, los objetivos, las actividades complementarias al ministerio que ejercen.

Siguen preguntas y comentarios de los participantes. Las Hermanas dieron a conocer también a su propria congregación y posteriormente a las Hermanas Maristas.

El hermano Michel Maminiaina, vice provincial presenta la congregación de los Hermanos Maristas. Siguen presentaciones de otros grupos: los laicos maristas, los antiguos alumnos y los jóvenes maristas. Las familias de los Hermanos aún no están bien organizadas, sin embargo, esta reunión fue para ellos una oportunidad para recuperar el impulso y organizarse como grupo marista.

Se dispuso de un tiempo de descanso antes de acudir a la eucaristía, al final de la jornada. Se celebró en agradecimiento por el éxito del encuentro y por la unidad reinante entre las ramas de la familia marista. Tiempo fuerte de oración, meditación y fervor que nos brindó el grupo litúrgico encargado de la animación de la eucaristía. 

Después de la misa, se celebró una cena festiva a la que todos contribuyeron con los alimentos traídos de sus propias casas lo que permitió compartir con alegría.

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