H. John Hazelman: “Deberíamos haber protegido de cualquier forma de abuso a los que estaban bajo nuestro cuidado”
“Ante todo, pido disculpas por los abusos históricos que causaron dolor y sufrimiento a aquellos que estaban bajo nuestro cuidado, en las décadas anteriores”, dijo el H. John Hazelman, líder de Distrito del Pacifico, en su video mensaje, en nombre de los Hermanos Maristas. El Districto del Pacifico cuenta con presencia en 4 países: Fiji, Kiribati, Nueva Zelanda and Samoa.
“Para los estudiantes de hoy, nuestras escuelas Maristas son lugares de realización, donde cada niño es valorado por lo que es y lo que quiere llegar a ser”, mencionó el H. John dijo durante su video mensaje.
“Deberíamos haber protegido de cualquier forma de abuso a aquellos que estaban bajo nuestro cuidado, por suerte, ahora lo reconocemos por lo que es: es un delito”, continúa.
Al igual que otras instituciones católicas, la comunidad Marista de Nueva Zelanda está colaborando con la Comisión Real de Investigación sobre Abuso de Cuidado (Royal Commission of Inquiry into Abuse in Care), que está investigando lo que sucedió con los niños, jóvenes y adultos vulnerables bajo cuidado. La participación de la Iglesia Católica en el proceso de la Comisión Real se basa en los siguientes principios:
- considerar todas las formas de abuso como inaceptables e indefendibles
- aceptar la responsabilidad de continuar actuando para detener el abuso
- escuchar, aprender y apoyar a los sobrevivientes
- proceder con rapidez ante las quejas y seguirlas
- comprometerse para garantizar la transparencia.
Revelar el abuso y buscar la reparación es un paso importante y difícil para los sobrevivientes en su largo camino hacia la curación. La Royal Commission ofrece una buena oportunidad para que las personas compartan sus historias de abuso y los impactos duraderos de este abuso. En el proceso de audiencia pública se debatirán por primera vez en un foro público las experiencias de abuso de algunas personas.
Los Maristas están escuchando con respeto las experiencias de todos los que han sido perjudicados y se disculpan con las víctimas de abusos históricos y reconocen con profundo pesar los impactos que tales experiencias han tenido en la vida de las personas.