El Día Internacional de las Familias
Reflexión sobre el impacto de las tecnologías innovadoras en el bienestar de las familias
La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) instituyó el Día Internacional de las Familias en 1993 y pidió a las familias celebrarlo el 15 de mayo de cada año. Esta celebración es siempre una ocasión para reflexionar sobre las tendencias que afectan a las familias. El enfoque, esta vez, consiste en el impacto de la tecnología en el bienestar de las familias.
Los dispositivos tecnológicos se han convertido en herramientas indispensables. Cada vez más, su uso se hace imprescindible para más personas. Su presencia en los hogares es notoria. Se utilizan para tareas domésticas, entretenimiento, juegos, educación y comunicación. Las computadoras y los teléfonos celulares ayudan a las familias a conectarse a la red informática mundial (World Wide Web) para estar informados y comunicarse con sus amigos y familiares a través de las redes sociales. Del mismo modo, el acceso a Internet ayuda a las madres que trabajan a pasar más tiempo con sus familias, poder planificar mejor su jornada laboral, reducir los horarios fuera de casa y ocuparse de los negocios de forma remota y no presencial. Desafortunadamente, el uso de la tecnología ha extendido el promedio de la jornada laboral más allá de las ocho horas habituales. Las computadoras portátiles, los teléfonos celulares y otros dispositivos de comunicación, proporcionados por las empresas, mantienen a los empleados conectados y trabajando indefinidamente. La jornada laboral prolongada puede generar estrés si el tiempo familiar es usado para seguir conectado realizando las actividades laborales.
La pregunta sobre el uso de la tecnología en el hogar alienta el debate sobre si el uso de la computadora es apropiado para los niños y ¿a qué edad? ¿Qué tecnología, con qué frecuencia se debe usar y cómo podría afectar a las familias? Estas preguntas no son fáciles de responder. El uso de las redes sociales, muy popular entre los adolescentes y los niños, desafía a los padres a determinar cuándo pueden ser usados por sus hijos y cuándo restringirles el acceso a las computadoras y teléfonos celulares.
Expertos en el campo de la comunicación señalan que el uso diario de dispositivos tecnológicos interfiere en las interacciones familiares cara a cara. Ellos denominan esta situación como “tecnoferencia”. Los estudios estiman que los padres usan la televisión, las computadoras, las tabletas y los teléfonos inteligentes por un promedio de nueve horas al día y un tercio de ese tiempo es dedicado a los teléfonos inteligentes, que debido a su portabilidad es usado a menudo durante las actividades familiares importantes. Esta situación es una invitación para reflexionar sobre el uso apropiado de los dispositivos tecnológicos de comunicación frente a los valores familiares, antes de que estos obstruyan por completo la interacción familiar cara a cara y extingan la luz del amor, la solidaridad y el cuidado mutuo.
La cantidad de tiempo que los padres e hijos pasan en el sofá viendo la televisión o jugando videojuegos o acostados en la cama charlando en línea con amigos, sin duda, reduce el tiempo que dedican a mantenerse activos en casa. Una forma tan pasiva de estar en casa disminuye los sentimientos de cercanía familiar. Aunque incorporar la tecnología en el tiempo familiar es una tarea difícil, los padres podrían aprovechar la ocasión del Día de las Familias para recordarse que no deben ceder en la búsqueda de formas de maximizar el uso de la tecnología como herramienta para unir a la familia. Con motivo del Día de las Familias, podrían organizar actividades que no tienen nada que ver con el uso de dispositivos tecnológicos o que obligan a la familia a dejar de lado la tecnología, como hacer una comida familiar especial, organizar el álbum de fotos familiar, jugar juegos de mesa, ir de picnic o disfrutar del tiempo juntos en el campo.
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Hermano Francis Lukong – Secretariado de Solidaridad