El Escorial
El curso ?Senderos? desarrollado en el Centro Marista de Espiritualidad, de San Lorenzo de El Escorial, se encerró unos días antes de Navidad en clima de fraternidad, de alegría y de esperanza en el futuro. Él cierra con llave de oro la etapa de cursos en esa casa antes de las reformas que en ella se van a realizar en 2009.
Dejemos que los mismos participantes del curso puedan expresar en pocas líneas ?lo que queda en mi corazón?, después de esta experiencia de cinco meses.
?Doy gracias a Dios y a mis hermanos, la oportunidad que me han dado de vivir este tiempo de gracia en el Escorial. Un tiempo rico de fraternidad, encuentro y de conocimiento de los demás y de uno mismo, en el que hemos disfrutado la alegría de ser hermanos?? (H. Baltazar Muro)
?Gracias a Dios, a nuestro Instituto, a los hermanos y demás personas que hicieron posible la realización de este curso. Ha sido una buena oportunidad para crecer como persona, como cristiano y como religioso. La oración, la reflexión, la convivencia, el servicio, estudio, el descanso y todos los demás acontecimientos vividos me ayudaron en mi búsqueda, que no estuvo exenta de tropiezos y dificultades. Que María y Marcelino sigan alentando nuestro deseo de colaborar en la construcción del Reino de Dios. (H. Rosendo Corona)
?Un tiempo que facilitó la toma de conciencia del paso de Dios por mi historia personal. Reforzó la dimensión de la fraternidad como elemento de mi propia identidad. Amplió mi horizonte de mediaciones en los que puede crecer el carisma. Y me invita a sumar mis energías con aquellos que han orientado su vida en pos del Reino. Por otro lado, valoración e fraternidad al pensar en quienes hicieron posible la experiencia en la decisión y la animación de la misma. Al igual que aquellos que sin querer queriendo tuvieron que llevar a hombros la carga que correspondía al ausente. (H. Cruz Alberdi)
?Desde un llegar desbordado por actividades, fui serenándome hasta vivirlo con paz y gozo. Fui superando los sueños y afinando mi ser hermano. Sentí la actualidad del carisma y un nuevo impulso para vivir con libertad mi celibato. Creció en mí la cercanía con Jesús y la confianza en María. (H. Arturo Buet)
?Dios me ama. El es fiel. Tiene paciencia conmigo y me espera con los brazos abiertos. Me invita a seguir caminando, a seguir entregándome en lo sencillo, en lo cotidiano. A ser presencia suya en medio de la gente, principalmente entre los niños y jóvenes más pobres. A ser generador de ilusión y esperanza. A sembrar vida. A ser un buen hermano marista como tantos otros que son ejemplo para mí. (H. Adolfo Cermeño)
?Para mí ha sido una experiencia renovadora y vivificante que me ha hecho tomar conciencia de mi vida, de mi experiencia de fe, de mi experiencia religiosa, de la compasión y servicio a los demás. Doy gracias al Señor por haberme dado esta oportunidad y le pido su gracia para hacerlo VIDA en mi vida, para que sea fermento de vitalidad entre mis hermanos. (H. Javier Cotorro)
?El ambiente comunitario que hemos tenido ha sido muy positivo, para poder realizar los objetivos del curso. Ha conocido los lugares maristas y me ha gustado la profundización en las cartas de Marcelino. Las propuestas sobre la vida religiosa de Pepa Torres me han parecido muy buenas. Interesantísima la experiencia de solidaridad. En la semana de vitalidad me ha gustado conocer realidades de nuestras provincias maristas que no imaginaba. Me han producido optimismo. ?Todo ha sido maravilloso?. He tratado de vivir en plenitud el sentido de la vida desde Dios. (H. Victoriano Hernando)
?Mis temores iniciales se han evaporado. Pero las gracias recibidas se convierten en exigencias, en llamadas, en gritos de compromiso, de conversión y de coherencia. Espero y deseo que los interrogantes traigan sus respuestas, que entre las utopías imposibles encuentre las capaces. Que el Señor nos ayude a superar el miedo y nos dé el valor de ser hermanos del siglo XXI, para los jóvenes del siglo XXI, puesta la mirada en el Reino de Dios, la humanidad definitiva. (H. Josep Castillo)