10 de diciembre de 2007 ESPAñA

Encuentro, motivación y programación

La alegría del volverse a encontrar con muchos hermanos se celebró con un brindis y un sencillo saludo del hermano Seán Sammon, Superior general, seguido de la comida.
La motivación de este encuentro la inició el Superior general afirmando, de forma gráfica mediante una anécdota, que una crisis muy a menudo nos da la oportunidad de llegar a soluciones muy creativas. De esta forma ha querido afirmar la actitud eminentemente positiva que hay que adoptar frente a la situación crítica de las vocaciones en el Instituto y concretamente en Europa. Ha felicitado a los Provinciales por la valentía en aceptar esta temática para un encuentro tan importante para la vida de la región: ?Os habéis puesto de acuerdo para que en esta reunión del Consejo general ampliado se considere el tema de las vocaciones como algo prioritario. Nuestros hermanos están preocupados acerca del futuro de nuestra misión?. A este grupo de personas con responsabilidad institucional se le pide soluciones creativas.

El hermano Seán prosiguió profundizando en su propuesta: ?La reflexión que se dio en torno al Vaticano II fue la más rica que se ha realizado en la Iglesia desde la edad media? y a consecuencia de ella se han producido enormes cambios. Con la Iglesia el Instituto también ha vivido grandes transformaciones desde aquella fecha. Pero la crisis vocacional sigue teniendo un impacto en todo el instituto y las soluciones a este reto, buscadas año tras año, ?continúan sido una preocupación en todas las regiones de nuestro Instituto?. Tenemos todo lo que necesitamos para comprender la vida de la Iglesia y la de la vida religiosa. ?Hay que descubrir importantes liderazgos en nuestro Instituto?. Como meta para una posible evaluación de las acciones que se emprendan ha aludido a una fecha significativa que se avecina. ?Dentro de diez años se celebrará el tercer centenario de la fundación del Instituto?. ¿Habrá para entonces soluciones creativas?

En pequeños grupos se ha dialogado acerca de las expectativas que cada uno trae a este encuentro. ¿Cómo me siento yo al inicio de este encuentro con relación al tema de las vocaciones? ¿Cuáles son mis temores? ¿Cuáles son mis esperanzas?

Los aportes fueron muy ricos y variados. Con relación a los sentimientos con los que se viene al encuentro se pueden destacar los siguientes: Hay quien ha manifestado que se siente ?bien, con ganas de escuchar y de animarme; dispuesto a acoger sugerencias e ideas. No me coge desprevenido. Vengo con deseo de escuchar a este foro europeo para poder ampliar el abanico de posturas que se dan en otros países y confrontarlas?. En cambio otro afirma que se siente ?medio desorientado e impotente?. También se ha afirmado que ?algo nuevo tiene que nacer y algo antiguo tiene que morir?. ?El problema vocacional es cuestión de comunicación. O nuestro signo no es significativo o los que los reciben no lo entienden? se ha puntualizado desde otro ángulo de la sala. ?Siento que hay que ofrecer un nuevo paradigma de vida religiosa?, se ha dicho en otro momento. También se plantea el tema de la evangelización: ?¿A qué y para qué invitamos a los jóvenes??

Los temores se expresaron en frases como las siguientes: ?El miedo a llamar es miedo a llamarse a sí mismo. Yo tengo miedo a ser llamado a algún lugar. Ha habido hermanos que han sido llamados a ?Misión ad gentes? y han respondido, pero ¿yo por qué no respondo?? ?Quizás hay que morir a un estilo de vida marista para que surjan vidas nuevas?. ?Me asalta el temor de que nos hacemos mayores y no se ven nubes en el horizonte?. ?Me causa cierto temor la actitud de hermanos que no se integran en el mundo de los laicos?. ?Temo al individualismo de algunos hermanos más jóvenes que fundamentan su vocación en su trabajo, en lo que hacen, pero están poco arraigados en lo religioso?. ?Se suscita el temor de retomar siempre las mismas canciones pero sin poner suficiente creatividad?. ?El temor de que en alguna región lleguemos ya tarde por la diferencia generacional que hace que ya no estemos donde están los jóvenes?.

En cuento a las esperanzas los hermanos manifestaron un largo capítulo: ?Se han realizado presencias significativas en Europa pero no se han suscitado las vocaciones. ¿Cuánto más habrá que esperar?? ?Tengo gran esperanza al ver que los hermanos no estamos solos, ya que contamos con muchos laicos maristas entre los que hay mucha vida?. ?¿Se puede tener un ?Ad gentes en Europa??? ?Espero que surjan nuevas ideas desde esta plataforma europea?. ?Tengo la esperanza de que este sentimiento de tener algo valioso, de tener algo que nos da vida se contagie durante esta reunión con el sentimiento de que necesitamos generar antes de morir?. ?Esperanza de que vivamos la vocación en una dinámica de amor?. ?Quiero tanto a este joven que no puedo dejar de ayudarle a encontrar a Dios?. ?Lo más valioso de mi vida: La llamada de Dios?. ?Esperanza para poner en práctica las llamadas de Dios con esperanza y riesgo?. ?Algo nuevo está naciendo y algo viejo está muriendo pero hay que tener la paciencia histórica para acompañar este nacimiento de lo nuevo y hacerlo florecer?. ?Cada vez que hablamos de vocación hablamos de algo precioso que es el centro de nuestras vidas, que nos da energía, que nos da vida y que sentimos la necesidad de compartir?. ?¿Cómo compaginar la misión en Europa y la Misión ad gentes en Asia?? ?Que pudiéramos decir a los jóvenes ven y verás?. ?Tengo muchas esperanzas pero pocas certezas. Esperanzas de que los proyectos se concreten, de que las comunidades sean lugar de encuentro para los jóvenes, de que hermanos y laicos vivan comprometidos en la misión, de que las comunidades vivan centradas en Cristo y en la misión por los jóvenes más necesitados??

Con estas perspectivas se ha encontrado por primera vez los hermanos Provinciales de la cinco Provincias de Europa y sus respectivos Consejos. Los trabajos de estos días están encomendados a un equipo de coordinación constituido por los hermanos Seán Sammon, Luis García Sobrado, Emili Turú, Ernesto Sánchez y Joe Mc Kee. La tarea encomendada a estos hermanos es de una trascendencia extraordinaria. Desde las comunidades les acompañamos con nuestro corazón y unidos al Señor y la Buena Madre. Y el cronista se asomará a diario a estas páginas para dar cuenta de lo que acontece el Centro marista de Guardamar de Segura (España).


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