1 de julio de 2016
FRANCIA
Envío y promesa en Fourvière el 28 y 29 de junio
Al atardecer del 29 nos reunimos para celebrar la misa en la capilla principal frente a la tumba de San Marcelino, junto con H. Emili y la comunidad de l'Hermitage.
Fue un momento muy especial para nosotros para agradecer de manera especial la presencia del Espíritu y María en nuestras vidas durante estos dos últimos meses.
Las dos jornadas anteriores se desarrollaron en ambiente de retiro y de diálogo por parte del H. Emili con cada miembro del grupo la Lavalla200> 2016 para concretar la misión futura a la que iban a ser enviados.
Nuestros corazones y pensamientos no estaban orientados hacia el pasado sino en el paso que se nos invitaba a dar de cara al futuro. Al final de la misa H. Emili nos dirigió unas breves palabras de ánimo y agradecimiento por nuestra disponibilidad y posteriormente se nos entregó una pequeña cruz de madera como misioneros maristas. Fue un momento de gran emoción para todos nosotros.
En los próximos días y antes de dar a conocer de manera oficial las comunidades a las que serán enviados, se realizará el contacto con los provinciales correspondientes para su confirmación. Las nuevas comunidades iniciarán su andadura en septiembre de este año.
A imitación del grupo de maristas que subieron a la colina de Fourvière hace 200 años al día siguiente de su ordenación, igualmente nosotros nos dirigimos a la misma capilla en donde se proclamó en voz alta nuestro compromiso y se realizó el gesto de firmar un documento frente a la imagen de la Virgen, en comunión con los primeros maristas y numerosos grupos y personas que iniciaron su vida misionera y apostólica en el mismo lugar.
Allí elevamos nuestra oración sincera y llena de esperanza.
Este nuevo comienzo para los maristas se ha puesto en marcha. Por eso que expresamos también nuestro agradecimiento a todos los que nos han apoyado y lo han hecho esto posible.