VI Conferencia General

Nairobi, 1997

La VI Conferencia general estaba previsto tenerla en Nairobi con la finalidad de que bastantes de los Participantes tomaran contacto con algunos países de África y Madagascar y conocieran mejor las esperanzas, la riqueza humana y espiritual y los desafíos de ese continente, pero dificultades de última hora obligaron a realizarla en Roma, ya que no había posibilidad de encontrar una sede alternativa que facilitara medios y espacios necesarios para este tipo de asambleas.

El poder hacerla en África brindaba a los maristas la ocasión de estrechar la comunión con los Hermanos del continente africano y de vivir tres semanas en contacto con el grupo de Hermanos jóvenes en el Centro Internacional Marista (MIC) de Nairobi. A pesar del cambio de lugar, se mantuvo el logotipo con matices africanos que figuraba en las informaciones escritas que se enviaron durante la preparación de la Conferencia general.

La Conferencia general de 1997 fue una prolongación del XIX Capitulo General e insistió en sus temas nucleares. Tuvo por objeto evaluar la puesta en práctica de las orientaciones capitulares y dar a los Hermanos un nuevo impulso para los próximos cuatro años. Para ello se partió de la evaluación realizada en cada Provincia sobre cinco temas que había reflexionado el Capítulo previamente: Espiritualidad Apostólica Marista, Solidaridad, Misión y Propuesta Educativa, Formación y Pastoral de vocaciones, y Administración de bienes. Los Consejeros Generales por comisiones de trabajo orientaron la reflexión de estos cinco temas.

La Conferencia estudió con atención la Propuesta Educativa redactada por una Comisión internacional que se publicaría posteriormente con el título de Misión Educativa Marista. Un proyecto para hoy. Este documento mereció el apoyo de la Asamblea, pero se le pidió a la Comisión que ajustara la redacción del texto teniendo en cuenta las observaciones que hicieron los grupos lingüísticos.

Esta VI Conferencia general reunió 91 Participantes, incluidos ocho Hermanos jóvenes y ocho personas laicas procedentes de los cinco continentes, que estuvieron presentes durante algunos días. Además se contó con la valiosa ayuda de 11 Hermanos para los servicios de secretaría y de traducción.