Un licor: el Alpestre

La historia del Alpestre es una historia antigua. Una historia que comenzó en el Hermitage, a orillas del río Gier (Francia), cuando un hermano marista, experto conocedor de las virtudes terapéuticas de las hierbas, puso a punto la preciada receta que, reuniendo en una sabia fórmula las propiedades benéficas de 34 hierbas aromáticas, consiguió el secreto de un gran licor.
Corría el año 1857 cuando el hermano Manuel preparó por primera vez el destilado, mezclando ponderadamente perfumes y sabores, profundizando el método de envejecimiento en barricas de roble durante al menos cuatro años, para que las propiedades aromáticas y medicinales de las plantas pudieran mezclarse de la mejor manera en el licor.

El éxito de la destilación fue enorme ya desde los primeros años y, tan duradero, que la antigua receta fue pasando de generación en generación.

Ésta es la historia del Alpestre que todavía hoy continúa la tradición de la fórmula del hermano Manuel y obtiene el mismo éxito, gracias a los hermanos maristas de Carmagnola que custodian celosamente la antigua sabiduría del arte de las hierbas.

El Alpestre, de gusto agradable y perfumado, con propiedades tonificantes y relajantes, es un licor precioso, siempre utilizable como aperitivo o como ponche, como digestivo al estado puro o mezclado con el café.

El Alpestre se hace apreciar tanto por su antigua tradición como por su modernidad.