Una vez más lamentamos la no conservación de algunas cartas del Fundador; la que provocó esta respuesta del P.Cattet es una de ellas; ciertamente ayudaría a comprender la dinámica del P.Champagnat como Superior. A pesar de su brevedad, el texto expresa elogio y apoyo al P.Champagnat en su calidad de Fundador y en su función de Superior de los Hermanos. se puede hasta suponer que, llevado por la humildad que siempre lo caracterizó, el P.Champagnat hubiese presentado renuncia al cargo de Superior, alegando ya haber cumplido su papel: dar a la diócesis una nueva Congregación de Hermanos enseñantes, con autorización legal inminente. En otra carta del arzobispado el apoyo y la confirmación en su cargo de Superior serán más explícitos. En cuanto a la legalización del Instituto, gracias a la preciosa adhesión de D. Gaston de Pins y de otras personas influyentes, el proceso iba por buen camino. En mayo de 1830 la documentación completa estaba sobre la mesa del Rey, faltando sólo su firma. Lamentablemente los disturbios políticos y la revolución de julio de 1830 obligaron el Rey Carlos X a abdicar; con eso el proceso de legalización del Instituto voló en pedazos. (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

Lyon, a 24 de mayo de 1830

Estimado Padre:

[1] Nos sentimos conmovidos por los sentimientos expresados en su carta. Hacen honor a su modestia, y nos confirman que Ud. es la persona escogida por Dios para realizar su obra y hacerla prosperar. Continúe, querido amigo, en formar buenos religiosos en esta diócesis, que hagan florecer la religión en el campo.

[2] He recibido carta de París que me anuncia que, el decreto para su Congregación está hecho, y que sólo espera su turno para ser firmado por el Rey. Saludos mil,

CATTET, Vicario General.

Edición: CEPAM

fonte: AFM 124.07; OM218