Carta a Marcelino

P. Ferreol Douillet

1837-04-23

En la diócesis de Grenoble, además del establecimiento de La Côte St.-André, los Hermanos actuaban también en las localidades de Vienne, Viriville, St. Symphorien y Genas. El texto muestra al P.Douillet en nuevas tratativas, siempre en combinación con su Obispo, buscando la presencia de más Hermanos en la diócesis. El tono comedido y afable de la carta hace suponer que el P.Douillet había superado las dificultades que lo abrumaban desde el final del año de 1836, en la confrontación con la Academia de Grenoble. Da por supuesto que ha quedado resuelto también el caso de la Srita. Marthe, su ama de llaves, que tanto irritaba a los Hermanos por entrometerse en la gestión de la despensa y de la cocina de la comunidad. La alusión del P.Douillet sobre el Hermano Director, ?que es poco económico en los gastos?, suena con una punta de ironía, cual si quisiese decir: - ?Los gastos se incrementaron desde que a Marthe se le apartó de la administración de la casa?.. (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

V.J.M. St. José

La Côte, a 23 de abril de 1837.

Padre Superior:

Que el espíritu de Jesús y de María sea con Ud. como lo ha estado en su última carta que he tenido el honor de recibir. Gracias a ella me he sentido contento, muy edificado y confortado. He hecho lo posible por unirme a su intención del viaje recomendado a nuestras oraciones.

Mis diligencias en Grenoble no han tenido hasta ahora resultado definitivo. Monseñor pasará por aquí dentro de 10 días; espero que me dé una respuesta positiva a este respecto.

El P. Colin me ha respondido, como ya me lo había Ud. anunciado, que podría enviar dos misioneros, e incluso, algunos profesores. El proyecto tiene que ser aun encomendado a Dios y a nuestra buena Madre.

El H. Director me ha manifestado el designio de ir a verlo al Hermitage; le he aconsejado que le consulte acerca de este asunto; y me ha encargado que le pida a Ud. una respuesta sobre el particular.

Padre Superior, mucho me agradaría me diese noticias de los Padres, en especial del P. Pompallier, y desde luego, de los estimados Hermanos que son de nuestra región.

El establecimiento de los Hermanos, va bien, como siempre, por lo menos, que yo sepa. No se presentan tantos novicios como yo desearía; pero nuestra tierna Madre sabrá muy bien encaminarlos hacia aquí. Temo que el H. Director no sea buen ecónomo y que no sepa mantener la casa. Se hacen muchos gastos, sin mucho resultado. Como yo ya se lo había comunicado anteriormente, creo que no sería conveniente le dijera nada a dicho Hermano sobre el particular. Ya veremos más adelante.

Me habría sido muy difícil, y hoy lo es aún más, ir a verle al Hermitage; sin embargo, estoy dispuesto a abandonarlo todo, si fuera necesario para el bien de la casa. Suscribo de antemano todo lo que pueda ser en beneficio de la Sociedad. Reiteradamente se me ocurre la idea de pedirle a Monseñor autorización para retirarme al Hermitage, en caso de que su Excelencia no quisiera llamar a los Padres misioneros y darles la dirección de La Côte.

El H. Director ha debido de notificarle que nos llegó la estufa para la cocina. Pero no nos sirve para nada, pues la marmita no es del tamaño que habíamos convenido. He encargado al ferretero que nos mande hacer una más grande.

Soy con el más profundo respeto, Padre Superior, su muy humilde y seguro servidor,

DOUILLET

Edición: CEPAM

fonte: AFM 127.8

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