Carta a Marcelino

P. Jean-Claude Colin

1831-05-06

Una carta más de la serie de comunicaciones regulares del P.Colin al grupo de sacerdotes maristas de Lyon, con consejos espirituales y promesa de una próxima visita. Hay contratiempos que impiden ese viaje: ?dificultades relatadas en mi carta anterior?. Como la carta anterior del P.Colin no habla de esas dificultades, se supone que una carta suya, dirigida al P.Champagnat, no se conservó y estaría situada entre aquélla del 25 de enero y ésta del 6 de mayo. (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

Belley, a 6 de mayo de 1831.

Mis muy queridos Cohermanos:

[1] Veo con un sincero sentimiento de gozo su celo y abnegación por la obra de María. No puedo agradecer suficientemente al Señor que les inspira esas disposiciones. Estén también persuadidos que no deseo menos que ustedes su pronto éxito y que mis deseos de verlos y de platicar con ustedes son tan ardientes como lo pueden ser los suyos. Pero, además de las razones que les había dicho en mi última carta, me sería imposible hacer el viaje durante el mes de mayo sin que nuestra casa tuviera que resentH.Tengamos paciencia; si, en el mes de julio, las circunstancias de los tiempos difíciles no son obstáculo, tendré el placer de verlos y abrazarlos. Mientras tanto he aquí lo que me parece lo más útil y lo más conforme a Dios por el momento. Yo creo que durante el mes de mayo, debemos suspender toda clase de proyectos, no pensar en hacer ninguna fundación, desterrar de nuestro corazón toda preocupación, toda especie de inquietud, no pensar sino en el presente y poner de lado todo pensamiento del futuro. Si me permiten darles este consejo, ofrezcamos este acto de obediencia en honor de la Sma. Virgen: en él encontraremos nuestro provecho e igualmente la Sociedad, el suyo. Abstengámonos aún de hablar de nuestros piadosos proyectos. Demos todo este mes a nuestro avance en la virtud. Ofrezcámonos sin cesar a la Sma. Virgen para trabajar en la gloria de su Hijo y en la suya.

[2] Les agradecemos mucho la amabilidad que tiene de proporcionarnos misas. Las guardaremos para ustedes.

[3] Les agradezco pidan al Señor con nosotros y juntamente con sus queridos hermanos, las luces necesarias para los trámites que pensamos hacer ante la corte romana. Podríamos rezar el Veni Creator y el Ave Maris stella.

[4] En fin, mis queridos Hermanos, deseo verlos, tanto como ustedes mismos pueden desearlo; tengo también noticias que comunicarles en interés de la Sociedad de María; pero, puesto que nuestros deseos no pueden aún realizarse, sometámonos a la voluntad de Dios. Nuestros cohermanos los abrazan todos toto corde y yo con ellos con todo el afecto de mi alma y soy para siempre. Su totalmente abnegado servidor,

COLIN, Superior.

Belley, a 25 de enero de 1831.

Edición: CEPAM

fonte: APM 233.2; OM 228

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