Debido a la disponibilidad del P.Mazelier en acoger en su Congregación Hermanos Maristas que tenían riesgo de ser convocados al servicio militar, el P.Champagnat envió a Saint Paul-Trois-Châteaux a los cuatro primeros Hermanos, el 13 de junio de 1835. Eran los Hermanos: Apollinaire, Cyprien, Grégoire y Justin. En esta carta el P.Mazelier informa de su llegada; también hace los primeros comentarios escritos sobre la posibilidad de una futura unión de los dos grupos religiosos, acontecimiento que se concretó más tarde, durante el generalato de lo H.Francisco. Ese texto es un borrador de carta; por eso no presenta frase conclusiva ni firma. (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

St.Paul-trois-Châteaux, a 14 de junio de 1835.

Ayer recibí con alegría a sus cuatro jóvenes. Olvidé pedirle que viniesen sin hábito. Me parece que la prudencia exige, para el buen éxito, que dejen el cordón y el rabat.

Los tratamos como a los nuestros y cuidaremos bien al que está enfermo. La esperanza, Señor, que usted me da de verme dentro de algunos días me causa verdadero placer. Lo deseaba. No pudimos servirnos de los compromisos tal cual estaban expresados porque no concordaban, además de que no se podía arrancar la hoja. En este momento los están escribiendo de nuevo. Los enviarán hoy o mañana a sus respectivos padres. Usted me honra al decirme que haríamos algo no solamente entendiéndonos sino hasta uniéndonos. Le ruego me explique el plan de dicha unión, así como yo tuve el cuidado de exponerle mis propuestas para facilitar la venida de sus cuatro jóvenes a St.Paul. Mis ideas se realizaron sin dificultad pero todavía no he tenido la misma ventaja en lo que a la unión se refiere.

Tendría el honor de hacerle notar que independientemente del agrado que me pudiesen dar sus propuestas, me creería en el deber de tomar algún tiempo para reflexionar, rezar y consultar a Dios, antes de tener el honor de responderle afirmativamente.

No obstante, tengo que decirle que Dios Nuestro Señor me con cede la gracia de saber entregarme al bien cuando lo reconozco y, para lograrlo, de hacer los sacrificios que fueran precisos

Edición: CEPAM

fonte: AFM 125.01B