Carta a Marcelino

P. Jean-Claude Colin

1830-01-25

Probablemente, en los primeros días de enero de 1830 los Padres Champagnat, Pompallier y Bourdin fueron a Belley, para visitar al P.Colin y al grupo de aspirantes a la Sociedad de María. En dicha visita decidieron que sería conveniente otra reunión, en Lyon, para elegir un superior central que asegurara la unidad entre ambos grupos, entre cada sacerdote, que por otro lado seguían en dependencia inmediata del obispo respectivo. La carta que vamos a estudiar intenta disponer los espíritus para tal reunión y aclara que se llevaría a cabo con la necesaria anuencia y aprobación de las autoridades eclesiásticas de Lyon. (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

Belley, a 25 de enero de 1830

Mi muy querido Cohermano:

[1] Desde hace tiempo busco el momento para escribirle y apenas acabo de encontrarlo. Sabemos con placer que su regreso de Belley a L?Hermitage, fue feliz, así como el de sus dos misioneros. Estuvimos muy contentos de ellos en Belley; el retiro marchó muy bien. Espero que su recuerdo se conserve por mucho tiempo. Lo malo fue que ustedes tres, partieron muy pronto.

[2] Por parte de Belley todo parece encaminarse hacia el éxito de la obra de María; yo no sé lo que se piense al respecto en Lyon. Usted podría imperceptiblemente preparar los caminos y disponer los espíritus a un centro de unidad. Eso puede acontecer sin que por el momento nos salgamos de las manos de nuestros respectivos superiores, y sería bueno que se les propusiera con anticipación y aún, que se les indique la época de nuestra reunión en Lyon, para prepararlos a verla con agrado y a darnos su consentimiento.

[3] Nuestros misioneros están siempre en marcha. Uno de ellos, el Sr. Girard, ha estado gravemente enfermo; pero, ya está restablecido.

[4] Los Sres. Pompallier y Bourdin nos han prometido regresar a Belley en Cuaresma. Monseñor, nuestro Obispo, quien parece estimarlos mucho, me ha encargado de recordarles su promesa. Ellos darán algunos sermones en la Catedral o en otros sitios. Trate de hacer lo que de usted dependa para que no quedemos privados del placer de pronto volver a verlos. Los abraza de todo corazón.

[5] En espera de que podamos reunirnos en Lyon, como quedó convenido, rogamos a nuestra tierna Madre que Ella prepare los corazones y los espíritus y en fin, que reúna a sus hijos dispersos, bajo una misma regla y que nos inflame a todos del fuego del amor divino y de santo celo por la salvación de las almas. Todos estamos bien en Belley; hablo de los que se interesan por usted.

[6] Tenga la certeza de mi sincero aprecio, su muy humilde y seguro servidor y cohermano,

COLIN, Sup.

Edición: CEPAM

fonte: OM 209

VOLVER

Carta a Marcelino...

SIGUIENTE

Carta a Marcelino...