Carta de Marcelino – 286

Marcellin Champagnat

1839-10-22

El primer impedimento, el mismo de siempre ante las numerosas demandas, es la falta de elementos disponibles. A éste se añade otra condición sobre la que el Padre insiste cada vez más, instruido, sin duda, por la experiencia, a saber: la conformidad, junto con la benevolencia y el apoyo, de las autoridades tanto civiles como eclesiásticas. Esta condición parece aquí más importante que en otras partes después de la abortada alerta del Sr. Vernet (cf. Nº 148,149 y 150). Pero no fue, ciertamente, ésta la razón por la que los Hermanos nunca fueron a Lamastre como tampoco lo hicieron los de Viviers.

Sr. Párroco:

La petición que usted nos dirige parece muy interesante y ventajosa, pero no la podemos aceptar por dos razones. La primera porque todos los Hermanos disponibles están ya destinados y nos quedan aún muchas promesas que cumplir. La segunda porque, siendo una costumbre nuestra no fundar escuelas sin el consentimiento previo y formal de la autoridad superior, ya sea eclesiástica o civil, se precisa, ante todo, que su petición venga acompañada de dicho requisito.
Espero, por otra parte, que los excelentes Hermanos de Viviers puedan por fin acceder a sus deseos. De todos modos, aprecio muy de veras la confianza que usted nos muestra y le ruego acepte mi justa gratitud así como el homenaje del profundo respeto con el que tengo el honor de ser,…

Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives

fonte: Según la minuta, AFM, RCLA 1, p. 142, n.° 181.

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