Carta de Marcelino – 297

Marcellin Champagnat

1839-11-19

Una vez que las dificultades provocadas por el Sr. Douillet en La Côte parecen haber quedado resueltas, he aquí al Superior del Seminario Menor creando dificultades a los Hermanos, al exigirles un pago por los puestos que ocupan sus alumnos en la capilla. (Cf. Avit, AA, p. 295.) El Padre aprovecha la ocasión para pedir la instalación de un oratorio en la misma escuela. No disponemos de ningún documento que nos permita decir si lo consiguió. Sólo el hecho de la presencia del Sr. Douillet permite suponerlo.

Sr. Vicario General:

Desde que Monseñor tuvo la bondad de aceptar a nuestros Hermanos para la enseñanza de los niños de La Côte-St-André, han tenido la libertad de asistir gratuitamente con sus alumnos internos a las vísperas y demás oficios solemnes en la iglesia del Seminario Menor. Están totalmente separados de los seminaristas por una barrera muy alta y sólo ocupan la parte superior de la zona destinada a los fieles de la ciudad. El Sr. Superior pretende actualmente pedir a los Hermanos una cantidad anual de 50 francos por ocupar esos lugares. Como una de las condiciones de nuestro Prospecto es que los Hermanos y sus alumnos tengan lugares gratuitos en la iglesia, nos atrevemos a suplicarle se sirva obtener de Monseñor que la situación en La Côte sea la misma que en todas las demás localidades a las que nuestros Hermanos son llamados. Sien-do su salario incompleto, para las escuelas gratuitas, y muy exigua la pensión de los alumnos internos, esperamos que, en interés de la obra y por el bien de la diócesis, Su Excelencia tenga la bondad de dejarnos seguir con esta gratificación.
Si Monseñor lo permitiera, y para evitar todos estos inconvenientes, tal vez sería posible, en adelante, encontrar en la casa de los Hermanos un lugar conveniente para celebrar allí los oficios solemnes y cantar las vísperas. Usted ya sabe, Sr. Vicario General, que la lejanía de la iglesia parroquial y la estrechez del lugar reservado a los niños, no permiten acudir a los alumnos internos. Por otra parte, afectaría mucho a la disciplina; el único inconveniente que parece haber en el Seminario es el económico, pues el Sr. Superior no aduce ningún otro.
Espero, Sr. Vicario General, de la paternal benevolencia con que ha distinguido siempre a los Hermanos de María, tenga la bondad de comunicar todo esto a Monseñor y manifestarnos las intenciones de Su Excelencia.
Sírvase, etc.,

Champagnat

Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives

fonte: Según la minuta, AFM, RCLA 1, pp. 152-153, n.° 193.

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