14 de febrero de 2023 CASA GENERAL

Oración por la paz y por los que sufren

El martes, 14 de febrero, la Administración General y FMSI ha invitado a todo el Instituto a participar en un momento de oración por la paz y aquellos que sufren en el mundo (guerras, desastres naturales, violencia, migración…). En muchas partes del Instituto Marista se están realizando acciones concretas maravillosas que ponen en el centro de la misión marista a quienes más sufren en el mundo. Esta iniciativa quiere sumarse a todas ellas.

Este pequeño grano de arena se ha enmarcado en la reunión, en Roma, del Consejo General junto a los Secretariados y Departamentos de la Administración General. Se trata de una iniciativa pensada para todo el Instituto Marista (hermanos, laicos, niños y jóvenes), vía Zoom y en directo vía YouTube.

Por la mañana se ha realizado la plegaria en inglés y por la tarde en español, con traducciones en las otras lenguas.

Un momento especial ha sido la participación, desde Alepo, del H. Georges Sabe, quien ha acompañado, junto a los Maristas Azules, al sufrido pueblo sirio a lo largo de estos años de guerra, y ahora está al lado de las víctimas del terremoto. Él ha enviado un mensaje en forma de oración.

Oración de Georges Sabe

Señor Jesús, de nuevo me levanto por la mañana, mis ojos se dirigen hacia tu pueblo, nuestro pueblo, un pueblo desamparado, un pueblo perdido, un pueblo que no sabe dónde ir.

¿Por qué, Señor? ¿Por qué la guerra? ¿Por qué la pobreza? ¿Por qué la naturaleza se enfada?

Señor no tengo palabras para decirte lo que estoy sintiendo. Tú sabes mucho mejor lo que vivo dentro de mí. Dame tu corazón, Señor, para abrir un poco más el mío.

María, tú me has enseñado a irme deprisa hacia el más necesitado. Estoy en la calle, corriendo, buscando aportar un poco de calor, un poco de fuerza y sobre todo, sobre todo, un poco de cariño.

Señor, ayúdame. Sé que en este mundo muchos tienen la mirada hacia mi pueblo, hacia mi tierra. Gracias por su solidaridad.

Señor, hoy, el humano dentro de cada uno de nosotros va dando vida. ¿Te acuerdas, Señor, un día, un cierto Bartimeo corrió hacia Ti? Tú le invitaste a venir. Con mi amigo Bartimeo te lo repito Señor. Quiero correr hacia Ti y a través de Ti a cada persona.

No tengo más palabras, Señor. Mi corazón se muda. Sólo Tú sabes lo que dentro de mí estoy viviendo. AMÉN.

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