28 de diciembre de 2006 GRECIA

Primera visita oficial de un arzobispo ortodoxo al Papa

La primera visita de un arzobispo ortodoxo de Atenas y de toda la Grecia a un Papa en el Vaticano, Su Beatitud Christodoulos, se ha convertido en un paso importante para superar la división entre ortodoxos y católicos.
El encuentro concluyó con la firma de una declaración común por parte de los dos líderes religiosos en la que se reafirma la colaboración de ortodoxos y católicos particularmente en la defensa de la vida y en la recuperación de las raíces cristianas de Europa.
No era la primera visita del arzobispo griego al Vaticano, aunque sí era la primera a un Papa. Su Beatitud Christodoulos se había encontrado con el cardenal Joseph Ratzinger, decano del Colegio Cardenalicio, con motivo de las exequias de Juan Pablo II, el 8 de abril de 2005.
Sobre esta visita y sus repercusiones ecuménicas, Zenit ha entrevistado a monseñor Dimitrios Salachas, del exarcado apostólico greco-católico de Atenas, profesor de Derecho Canónico en Roma, consultor de la Congregación para las Iglesias Orientales, del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, y de otros organismos de la Curia Romana. Reproducimos una de las preguntas de esa entrevista:
-El arzobispo Christodoulos estudió en la escuela católica «Leonteion», dirigida por los hermanos maristas de Atenas. ¿Quizá este hecho le ha dado apertura al diálogo entre ortodoxos y católicos?
–Monseñor Salachas: Es verdad. Personalmente nos conocemos desde cuando éramos compañeros en la misma escuela católica.
Sin duda este hecho tuvo una influencia determinante en su currículum posterior como presbítero, obispo y ahora arzobispo de Atenas y primado de Grecia; le ha suscitado el interés de seguir y conocer el «aggiornamento» realizado en la Iglesia católica por el Concilio Vaticano II.
Todo esto le hace, en efecto, especialmente sensible al diálogo entre ortodoxos y católicos en el camino hacia la unidad.
Obviamente, para promover la unidad de los cristianos, ortodoxos y católicos, el empeño de sus pastores es de fundamental importancia como testimonio y guía.
Pero eso no basta; es necesaria la implicación de todos los otros pastores y fieles, católicos y ortodoxos, a nivel regional o local.
Pero, para ser realistas, debemos reconocer que esto no se da todavía suficientemente ni siempre en diversos ambientes eclesiásticos ortodoxos en Grecia.
De hecho, la visita del arzobispo y su encuentro con el Papa es un acto valeroso, y se produce en un clima no compartido por una parte de la jerarquía ortodoxa, pero se inscribe en la línea del diálogo de caridad y de verdad entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa en su conjunto, en el que la Iglesia de Grecia participa activamente.

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