20 de julio de 2012 ESPAñA

Provincia Ibérica

Este es el lema que nos ha acompañado durante los tres días que ha durado el foro provincial sobre la identidad y la vocación del laico marista.

El foro ha sido el punto final de todo un proceso de reflexión del documento “En torno a la misma mesa: la vocación del laico marista de Champagnat” que se ha trabajado en 15 localidades distintas con una implicación de más de 370 personas. Pero también se puede decir que  es un punto importante de inicio de un camino que se vislumbra y que hay que construir entre todos, hermanos y laicos.

Por eso hermanos y laicos de distintos lugares de la Provincia en un total de 75 adultos y 22 niños, nos reunimos en este espacio de encuentro, diálogo y reflexión compartida. Había mucha expectación e ilusión.

El primer día se centró fundamentalmente en la vocación, recordar nuestra historia de acercamiento al carisma marista, para compartirla después en pequeños grupos y descubrir más tarde los elementos que habían sido comunes en nuestras historias vocacionales. Había que buscar un símbolo que reflejara lo compartido en el grupo.

Pudimos disfrutar de un momento de intercambio de experiencias con un hermano y un laico de La Salle que nos ayudaron a percibir otras realidades muy semejantes en este caminar en comunión hermanos y laicos en un mismo carisma, pero también con sus peculiaridades propias. También tuvimos un momento de exposición de realidades laicales novedosas que se están dando en el mundo marista y que nos hicieron sentir parte de algo más grande. Terminamos con una celebración de la vocación, dando gracias a Dios por la llamada recibida e invitándonos a seguir cuidándola y  compartiéndola. La celebración incluía un momento de presentación de los símbolos que expresaban de forma creativa el diálogo en los grupos.

Nuestro segundo día nos invitaba a reflexionar en varios aspectos: la formación, la misión, la comunión, la comunidad y la vinculación. Los cinco talleres de cada tema nos ayudaron de forma muy participativa y dinámica a pensar desde nuestra realidad personal y grupal cómo cuidar y desarrollar cada uno de ellos para dar respuesta a nuestro presente y futuro. En un segundo momento y tomando las conclusiones surgidas en los talleres, se pidió realizar un ejercicio de enriquecimiento de un documento  borrador realizado a partir de las síntesis finales recogidas por los grupos que habían realizado el proceso de reflexión del documento “En torno a la misma mesa”. Hay muchos desafíos de futuro: se habló mucho de la formación cuidando los diferentes ritmos personales o locales para ayudar a despertar la llamada y a consolidar opciones, de generar o cambiar estructuras para que hermanos y laicos nos podamos encontrar como miembros de una misma familia, cómo hacernos visibles en nuestra realidad formando comunidades maristas de referencia, qué tipo de signo o gesto público ayudaría en la expresión y reconocimiento del ser laico marista, formar líderes que acompañen experiencias comunitarias laicales…

El tercer día se invitaba a concretar los desafíos descubiertos en este foro a nivel local y a nivel provincial. El trabajo se realizó por localidades, más o menos próximas. A pesar de las peculiaridades de cada una de las zonas, hubo elementos coincidentes y nos sugería que el camino iniciado con este proceso ha despertado el deseo de continuar.

Terminamos el encuentro con una celebración de envío. Escuchamos párrafos de la Carta Abierta del final del documento que queremos hacer vida y recibimos una pequeña regadera con tierra y semillas, expresión de que tenemos que cuidar toda esta vida nueva que está naciendo.

Creemos que no ha sido un encuentro más por varias razones: el contenido trabajado es la esencia de nuestro ser como maristas, las dinámicas permitieron compartir entre hermanos y laicos con profundidad, el deseo auténtico de responder a la invitación del capítulo provincial de que “algo nuevo es posible”, y como siempre el ambiente de familia, sencillez y cercanía.

Agradecemos la presencia de los hermanos del Consejo Provincial y también del hermano Ernesto Sánchez del Consejo General. Así mismo, de todos los participantes que hicieron un hueco en sus apretadas agendas de final de curso para participar en el foro.

Al comenzar el encuentro pusimos nuestro trabajo en manos de María, y en la celebración final hicimos un sencillo gesto para consagrarnos a Ella, y recordar, como Marcelino, que “Ella sigue haciéndolo todo entre nosotros”.

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Lardero, 30 junio a 2 julio de 2012

Comisión del Laicado Marista – Provincia Ibérica

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