Ecos de una reunión sobre pastoral vocacional celebrada en Roma

02.01.2003

SEGUIR A JESÚS EN FRATERNIDAD MARISTA

Cinco hermanos, procedentes de distintos países, participaron en una jornadas de reflexión vocacional, celebradas en Roma a principios de diciembre (ver Boletín marista, n.º 41). Hemos recabado a cada de ellos, por el interés que pueda tener para nuestros lectores, que nos comunique algún eco de esta reunión.

Hermano Peter Ernst, Provincia de Sydney, Australia
Durante cuatro años, he sido el coordinador de pastoral vocacional en mi Provincia. Formo parte del equipo provincial de pastoral vocacional y formación. También soy miembro del equipo interprovincial de formación en Australia (que incluye las dos provincias de Sydney y Melbourne).
Esta reunión me ha permitido conocer hermanos de diferentes partes del mundo y compartir un verdadero sentido de fraternidad. Los intercambios, tanto de experiencias personales como de los sueños para el Instituto, me han abierto los ojos hacia muchas posibilidades. Ahora tenemos el desafío no sólo de continuar realizando nuestra pastoral vocacional, sino de continuar un proceso de ?investigación y re-definición? de lo que hacemos. Hemos visto la necesidad de dedicar tiempo a preguntas como ?¿Qué significa ser hermano en el mundo de hoy?? y ?¿Cuál Pastoral vocacional para el mundo actual?? Nos hemos dado cuenta de que la respuesta a estas preguntas ofrece diferentes estrategias y soluciones para cada una de las distintas regiones.
El reto para todos nosotros consiste en estar abiertos a las respuestas y en tener una buena voluntad para apoyar y animar las estrategias propuestas por la comisión de pastoral vocacional. Esto nos llevará a tomar la delantera durante este nuevo milenio.

Hermano Rémy Mbolipasiko Dikala, Distrito de la República Democrática del Congo
Mi participación en este encuentro ha sido una experiencia extraordinaria, inestimable y enriquecedora. No dudé ni un instante en responder de manera positiva a la invitación a tomar parte en él. Compartí toda mi experiencia en este campo y aprendí mucho de las diferentes experiencias de los demás participantes. Reconocimos todos, en forma unánime, que la pastoral vocacional comienza por la ORACIÓN al Dueño de la Mies para que envíe obreros a su viña y también por la COMUNIDAD que, por su testimonio y por su estilo de vida animada por su Superior, atrae o desanima las vocaciones. Pero, en el corazón de la pastoral vocacional se encuentra la pregunta crucial de nuestra IDENTIDAD: ¿Quiénes somos y para qué misión, en el contexto del mundo actual y en la situación particular de los lugares donde nos encontramos? Además, la pastoral vocacional debería ser una acción PLANIFICADA en todos los niveles del Instituto, y no más una tarea individual sino de EQUIPO.

Hermano Joaquim Sperandio, Provincia Marista de Brasil Centro-Sul
Salgo de este encuentro internacional de animación vocacional marista destacando dos convicciones: la primera es que uno de los pilares de la pastoral vocacional nos lo indicó Jesús cuando dijo a los Apóstoles que lo buscaban: ?Venid y lo verán?. Este encuentro, junto con la vida que hemos compartido durante el mismo, nos anima a vivir de tal modo nuestra consagración que seamos signos alegres y visibles de la presencia de Dios entre las nuevas generaciones. Para que esto suceda, se necesitan comunidades acogedoras, capaces de compartir su pasión por Cristo y su ideal de vida con los jóvenes. Creo personalmente en la fuerza del testimonio.
Otro consejo que nos dejó el Señor es la oración. ?Pedid al Señor de la mies que envíe operarios?. No se trata de una oración mecánica, sino hecha con todo el corazón y en verdad. Una oración que lleve a la conversión, a una vida más sencilla, acogedora y entregada, a una acción coordinada. Tarde o temprano, Dios escuchará un corazón disponible y vigilante. Así fue con Marcelino, así será con nuestras provincias. Orar con fe y actuar con audacia y creatividad. Dios nos enviará vocaciones, si así Él lo desea.

Hermano Valerià Simon, Provincia Marista Cataluña, España
Haber participado en este encuentro sobre pastoral vocacional ha supuesto darme cuenta con mis hermanos de otros continentes de la bondad y la audacia para proponer a los jóvenes la propuesta de ser hermano marista. En algunos casos nos cuesta este estilo de animación vocacional que, a la vez respeta profundamente a la persona, confía y sabe que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros. Ser hermano marista no está excluido de la propuesta a los jóvenes a pesar del medio cultural y social en dónde estamos, que no favorece mucho esta opción.

Hermano Bernard Beaudin, Provincia de Canada
¿Es la pastoral vocacional una prioridad ? ¿Tenemos la necesidad de implicarnos en una reflexión común para desarrollar y planificar caminos nuevos y audaces en el terreno de la pastoral vocacional, para nosotros hermanos maristas?
Yo respondo: ¡SÍ! Sí, en primer lugar, porque es una oportunidad de formular y expresar de forma nueva, hoy, nuestro acto de fe en el Dios de Jesucristo, en el sueño de amor de Marcelino para los jóvenes y en la intercesión de María por esta obra, que es la suya.
Sí, es urgente darse las herramientas necesarias para tener, a nivel de todo el Instituto y de cada Unidad Administrativa, momentos fuertes de reflexión y de encuentro para animarnos a continuar, de forma adaptada, nuestra misión de servidores del Magníficat.
La comunidad que formamos es el primer promotor vocacional. ¿Está realmente viva nuestra fe en la palabra de Jesús acerca de la necesidad de orar al Señor de la Mies? La fe en nuestro carisma, si se encuentra en estado de conversión continua, nos permite ser un agente importante y necesario en el despertar vocacional de los jóvenes, no importa la edad en la que nos encontremos.

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