17 de enero de 2009 CASA GENERAL

Reunión de la Comisión de Historiadores

La mañana del 10 de enero 2009, se reunió por primera vez la Comisión de historiadores para la causa de nuestros mártires de Argelia. El encuentro tuvo lugar en la Casa general de los hermanos maristas.

Estuvieron presentes tres historiadores : Padres Jean Jacques Pérennès, que vino de Egipto, Ivo Dujardin, antiguo abad de Westmale en Bélgica, actualmente capellán de las Monjas Trapenses de Vitorchiano, y el Señor Augustin, joven historiador parisino, que venía de Argelia.

Participó también el nuevo abad general de los Trapenses, Dom Eamon Fitzgerald, interesado en la causa, puesto que la familia trapense cuenta con los siete monjes de Tibhirine en dicha causa. El padre abad vino acompañado de la Hna. Augusta Tescari, postuladora. El Padre Francesco Ricci representaba la causa de los Dominicos, más exactamente la de Monseñor Pierre Claverie.

Esta reunión ha sido importante por varias razones. Ante todo era la primera vez que se encontraban los tres historiadores que vienen de países tan distintos. Fue una ocasión para que pudieran comprender mejor el trabajo que se les pedía y para ponerse de acuerdo sobre el método de trabajo a seguir.

Se les entregó un documento en el que se expone lo que exige la Congregación para la causa de los santos por lo que respecta al trabajo de los historiadores: búsqueda de todos los documentos de identidad de los servidores de Dios, de todos los escritos todavía inéditos: cartas, artículos, escritos espirituales?, diarios personales? y también todo lo que se escribió sobre los servidores de Dios en los días que siguieron a su asesinato.

A partir de estos documentos esclarecedores y a través de un intercambio libre de ideas entre historiadores y postuladores, se fue precisando el ámbito de su trabajo y de la metodología que han de utilizar. Corresponde a los historiadores, por ejemplo, describir el contexto histórico de los años en los que murieron nuestros mártires. Dentro de este contexto tienen que situar los documentos personales, los escritos inéditos, las reacciones de los medios de comunicación, los libros escritos, que por el momento son 113. En este contexto que se podrá subrayar con fuerza el amor que el pueblo argelino tenía por nuestros mártires y el amor de nuestros mártires por el pueblo, la cultura y la religión del pueblo argelino. Fue un momento de muerte y duelo que vivieron juntos: ésta es una realidad histórica que hay que subrayar con fuerza.

Esto representa una cantidad de trabajo imponente que hay que realizar con todo el rigor histórico. Una vez que el trabajo esté terminado, este material formará parte de toda la documentación que debe llevar a la beatificación. Todo esto hay que añadirlo al testimonio de los testigos convocados por el tribunal diocesano, así como a los escritos publicados por los servidores de Dios.

A continuación se iniciará el trabajo de los teólogos censores. Éstos deberán estudiar los escritos para verificar su conformidad con la fe y para poder bosquejar los retratos espirituales de nuestros mártires. El camino que queda por delante todavía es largo, pero se va avanzando, para algunos demasiado lentamente, para otros más bien rápido.

H. Giovanni Maria Bigotto, postulador.

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