8 de julio de 2019 TIMOR ORIENTAL

Voluntariado marista internacional

Janaíne Perini, de Brasil Sul-Amazônia,es voluntaria marista internacional. Estuvo en Timor Oriental durante seis meses, allí colaboró como profesora de portugués en el Instituto Católico para la Formación de Profesores, en Baucau.

Timor Oriental es independiente desde 2002 y la misión marista, liderada por la Provincia de Australia, ha progresado bastante en esta isla del sudeste asiático. El voluntariado marista internacional es un instrumento que ayuda a hacer realidad el llamado del Capítulo General, de construir una familia global.

El Departamento Cmi, de la Administración General, organiza con la ayuda de los Coordinadores Provinciales de Voluntariado, la posibilidad de realizar este tipo de experiencias.

Transcribimos, a continuación, un testimonio escrito por Janaíne hace unas semanas, donde nos cuenta su experiencia en Timor Oriental.

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Estoy aquí desde enero y pasé dos semanas en la capital (Dili) para estudiar el idioma local, tetum, dado que, aún si el portugués es uno de los dos idiomas oficiales y está en el programa de estudios, pocas personas lo hablan. Después, estuve todos los días en el ICFP, en Baucau, ayudando en todas las actividades de la institución y de la vida de la comunidad marista.

Me dedicaba sobre todo a acompañar en las clases de portugués a los grupos de 2do. y 3er. año. También me encargaba de colaborar con los profesores responsables y tutores. Asimismo, ayudaba a los estudiantes durante las clases y los orientaba en la realización de los trabajos escritos que tenían que entregar en portugués, como por ejemplo, los planes de estudio.

También ayudaba a corregir los ejercicios de las clases y los entregaba, e incluso me dedicaba a enseñar algunos temas de algunas materias. Ayudaba constantemente con la traducción y la explicación de las palabras en portugués y la búsqueda de sinónimos, considerando no sólo el portugués de Brasil sino también el portugués de Portugal, puesto que es este el portugués que los profesores locales dominan.

Además de las actividades regulares como "profesora", surgió la oportunidad de crear un grupo de PJM con los estudiantes. El grupo tuvo su primer encuentro el 30 de marzo y la siguiente programación consistió en conocer la mística y los pasos de la PJM.

Quizá mi trabajo como voluntaria, en sí, no es la mejor experiencia que personalmente pude vivir, pero cuenta sobre todo el contacto con otras personas, otras realidades y otras culturas. Timor Oriental es una gran nación multicultural, que arrastra consigo un pasado muy doloroso y anhela un futuro mejor. Estar aquí es sinónimo de compartir; crecemos mucho más cuando compartimos -la vida, la mesa y el pan- y creo que este aspecto es fundamental en la experiencia de ser una voluntaria marista internacional.


¿Has pensado alguna vez – como Hermano, laico, joven, estudiante, o exestudiante – en ser un voluntario marista? contacta el  Departamento Cmi (Colaboración para la Misión Internacional) – [email protected]

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