21 de marzo: Día Internacional de los Bosques
“La vida se abre paso”. Así titulaba un amigo esta fotografía.
Partimos de la premisa compartida por muchos de nosotros. La vida se abre paso, incluso en contra de nuestra voluntad, o de nuestras acciones, o de nuestras “falta” de acciones.
El 21 de marzo se celebra, cada año y desde 2012, el Día Internacional de los Bosques, si bien anteriormente este tema ya se había tenido en cuenta en las reflexiones sobre el medio ambiente.
Este artículo, como otros que escribimos, se unen al objetivo principal de esta celebración, que es el de crear conciencia de la necesidad de la naturaleza, de los bosques, para la vida de todos los seres vivos, también para nosotros, los seres humanos.
Afortunadamente, estamos asistiendo, en los últimos años, a una creciente concienciación que lleva a tomar medidas concretas de protección de nuestros espacios naturales. Medidas concretas que proceden de particulares, de asociaciones, de grupos de la sociedad civil, de entidades ligadas a la vida cristiana, e incluso de los propios gobiernos e instancias supragubernamentales. El papa Francisco nos habla, en el número 58 de Laudato Si, sobre las prácticas positivas que ya se están desarrollando, si bien también señala que aún queda camino por recorrer (como encontramos en los número 146 y 192 de esta misma encíclica).
La existencia de estos grandes espacios naturales, los bosques, es una necesidad para todos nosotros. La vida de cientos de especies vegetales y animales dependen de ellos. La vida de millones de personas depende directamente de ellos (pues proporciona alimento, medicinas, energía…). Los bosques equilibran el ecosistema en todo el planeta, y por lo tanto la vida de aquellos que también vivimos alejados de estos espacios naturales. Los bosques son necesarios en el presente e imprescindibles para el futuro.
Los Maristas de Champagnat, desde hace ya algunos años y en muchos lugares del Instituto, estamos especialmente comprometidos con el cuidado “nuestra casa común”, y ello implica también el cuidado de los espacios naturales. Muchas Provincias, y muchas realidades maristas locales, ya han comenzado a implementar planes de acción para cuidar el planeta, así como para favorecer un desarrollo sostenible.
El reciclado, el consumo responsable, la instalación de sistemas de energía renovable, el ahorro energético… son algunas de las medidas que favorecen el cuidado de la naturaleza. La adhesión a planes y proyectos liderados por otras organizaciones y en trabajo en red harán que nuestras acciones concretas se tornen más significativas.
Justamente hace unos días, durante la Conferencia General que se está celebrando en Roma durante este mes de marzo, presentábamos una breve información sobre Laudato Si a todos los Provinciales aquí reunidos. Ha sido un momento para seguir profundizando en nuestra reflexión sobre la ecología integral, y un tiempo para soñar juntos sobre cómo crecer en este tema en el Instituto, en las Provincias, y en nuestras comunidades y obras.
Pues sí, la vida se abre paso. La pregunta para nosotros, Maristas de Champagnat, podría ser: ¿Cómo, de modo concreto, permito que la vida se abra paso? Hagamos de nuestros espacios y entornos, en todo el mundo Marista, un lugar donde “la vida se abre paso”.
Unámonos, pues, a la invitación del Papa a “colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades” (LS 14).
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H. Ángel Diego – Secretariado de Solidaridad