Asamblea de misión en la Provincia de México Central
Del 21 al 24 de junio se celebró en la ciudad de Querétaro la Asamblea Provincial de Misión, que reunió a los maristas de la Provincia de México Central, para delinear corresponsablemente el futuro de la misión.
Un total de 172 delegadas y delegados: estudiantes, docentes, madres y padres de familia, personal administrativo y de servicios, directivos, hermanos, consejeros y miembros de los equipos provinciales representaron las voces de miles de maristas unidos desde la reflexión común y el diálogo.
Partiendo de un análisis del contexto nacional e internacional en distintos ámbitos: político, económico, social y cultural, los maristas reconocieron las fortalezas actuales de la misión marista en la provincia y también las áreas de oportunidad, para posteriormente delinear el futuro deseado. Este gran sueño provincial comprende realidades como:
- Una educación incluyente que visualice la diferencia como riqueza, basada en la escucha, el diálogo, la participación, el respeto y el cuidado, que genere comunidad.
- La reflexión crítica, la toma de conciencia de la realidad local y global y la vivencia de valores desde la acción organizada para el cuidado de las personas y la casa común.
- El protagonismo juvenil y la solidaridad transformadora como eje de los procesos educativos.
- La construcción de una comunicación afectiva y efectiva.
- La práctica de los ODS.
- La escucha de todas las comunidades para resolver los problemas entre todas y todos.
- Hacer vida los ejes transversales maristas: espiritualidad, solidaridad transformadora, participación y protagonismo infantil y juvenil, inclusión, cuidado de la casa común.
Asimismo, se realizó una propuesta para invitar a la sociedad en general a:
- Hacer equipo, trabajando en comunidad, cooperando activamente.
- Ser vanguardia.
- Contribuir desde lo cotidiano y las pequeñas acciones.
Como provincia se ha confirmado la opción por favorecer espacios intencionados de escucha y diálogo que permitan la corresponsabilidad en la misión marista. Después de esta hermosa experiencia de pentecostés toca el tiempo de sistematizar las ideas compartidas, regresar a las asambleas locales los frutos de esta experiencia y proponer en cada realidad provincial caminos congruentes hacia el sueño expresado.