30 de junio de 2014 ZIMBABUE

Campamento Marista en Dete Chezhou

Para los niños necesitados de Dete Chezhou (Zimbabwe), sus vecinos y las aldeas circundantes la Pascua no era sólo una oportunidad para rezar y celebrar la alegría del Señor resucitado en la iglesia. Los Hermanos Maristas y las Hijas del Calvario también organizaron un campamento marista (del 21 al 23 de abril).

El campamento empezó con 90 niños necesitados inscritos, pero al final del campamento tuvimos más de 150 niños participando en diferentes juegos de pelota y actividades recreativas reseñadas en listado.

Fue una gran oportunidad para dar a conocer y amar a Jesucristo entre los más pequeños. Cada momento rebosaba alegría y felicidad. Los niños tenían un gran número de actividades que iban desde: fútbol, baloncesto, atletismo, cocina, baile, concursos de habilidades, dramatización, poesía y narración breve, por mencionar unas pocas.

Tradicional y habitualmente, el campamento de Dete dura 3 días, ya que el campamento prolongado lo tenemos anualmente en el colegio de Kutama en diciembre. Esta fue otra oportunidad para ver la pastoral juvenil marista en acción con algunos de los niños más vulnerables de Dete.

Un buen número de los niños que asistieron al campamento eran huérfanos y algunos habían abandonado la escuela por problemas económicos.

Los Hermanos Maristas en Zimbabwe quieren agradecer sinceramente a los Hermanos canadienses que financiaron el campamento y que continúan mantenido la ayuda económica.

El Campamento Marista es una organización de bienestar registrada y dirigida por los Hermanos Maristas. Fue fundada en 1971 para ofrecer un campamento vacacional en Navidad y Pascua para los niños pobres comprendidos entre los 8 y 11 años de edad. Los Hermanos maristas seleccionan a los acampados entre los marginados, los ignorados, los huérfanos, los no amados y especialmente entre los son relegados a los márgenes de la sociedad. Las familias que más lo necesitan son nuestro objetivo con el fin de lograr nuestra finalidad: compartir con ellos el buen Dios, ofreciendo regalos tales como afecto, presencia amorosa, tiempo, atención y cuidado.

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