26 de octubre de 2021 ARGENTINA

Colegio de Cruz del Sur, junto con voluntarios, promueve lucha contra la pandemia

Ante la pandemia de la COVID-19 y en línea con la misión marista para la protección y promoción de los derechos, el Colegio Sagrado Corazón de los Hermanos Maristas en la ciudad de San Francisco, en Argentina, prestó por casi dos años una parte de su infraestructura al sector salud de la zona para hacer los testeos de COVID a la población y realizar campañas de prevención para voluntarios e instituciones de la zona.

Voluntarios maristas

Por otro lado, 4 jóvenes laicos maristas, exalumnos del Colegio Sagrado Corazón colaboraron como voluntarios del Centro de Emergencia. Y si bien los jóvenes se ofrecieron de forma autónoma, lo hicieron también llevados por su vocación solidaria marista. Anteriormente ya habían realizado algunas experiencias de voluntariado promovidas por el programa de Voluntariado Marista de la Provincia (Cruz del Sur).

Tras haber colaborado con el sector salud, entre 8 y 12 meses, durante el periodo crítico de la pandemia, los jóvenes maristas comparten sus testimonios con la familia global Marista.

“Ser voluntaria significó brindar una mano, una palabra, poner el cuerpo. Comprometerse, no solo quedándote en casa, cumpliendo con los protocolos, sino también en el terreno: ponerte la bata, la máscara, los artículos de seguridad, pese a la posibilidad de contagio, sin perder la alegría que se puede reflejar en la mirada, en las manos que se acercan a las personas para contenerlo ante alguna crisis, que no solo era biológica, sino más que nada de angustia o temor. Como marista aprendí que la solidaridad es parte motor en mi vida y nos hace más fuertes. Ser voluntario es dar una parte de vos a la sociedad” (Daiana Michlig).

“Poner en común nuestros dones, recursos, responsabilidades según roles y funciones, participación comprometida y capacidades colectivas en la gran mesa de la vida; que no falte trabajo, educación, salud, agua, vivienda dignos, trabajando por esto allí donde estemos. Siento que es una oportunidad histórica que debemos asumir para que se instale cada vez más fuerte la paz y solidaridad entre los pueblos, la justicia, la defensa y goce de los derechos” (María Clara Larrambebere).

“Hay muchas cosas que me llevo de esta experiencia y que me guardo para toda la vida. Siento que la experiencia me hizo crecer como persona y a la vez me ayudó a entender muchas cosas. Los meses que formé parte de este, me sentí útil y acompañada. Me ayudó a encontrar una salida y a hacer lo que tanto me gusta: ayudar, aportando desde mi lugar lo que tengo y que puede hacer bien a otros. Me gustaría transmitir a otros la idea de que es posible hacer un mundo más lindo y humano si entre todos aportamos, porque todo lo que hacemos suma. Lo más mínimo ya hace la diferencia” (Camila Rassetto).

“Si hoy en día me preguntan ¿Qué aprendí de todo esto?, puedo responderles que conocer todas las caras de un acontecimiento, ponerme en la piel del otro y entender que no se puede medir a todos con la misma vara debería ser un recurso básico en la sociedad. Creo que como Maristas asumimos el compromiso desde pequeños de atender a estas necesidades y me pareció una excelente oportunidad en el marco de la emergencia sanitaria continuar tomando responsabilidad sobre los hechos” (Sofía Giusta).

VOLVER

H. Máximo Blanco nombrado Provincial de Comp...

SIGUIENTE

Lanzamiento de la Red Global Marista de Escue...