Declaración del H. Patrick McNamara y el consejo provincial de Estados Unidos
1 de junio de 2020
Fiesta de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia
Queridos maristas de Champagnat:
En nombre de nuestro Consejo Provincial Marista de Estados Unidos, escribimos para unir nuestras voces y corazones con los de tantos en nuestro gran país que están enojados e indignados por el brutal asesinato de George Floyd. su muerte sigue a innumerables otros actos de violencia letal contra personas de color en nuestra nación. Quienes perpetran estas atrocidades sin sentido deben ser llevados ante la justicia.
Unimos nuestras oraciones con las de su familia, amigos y nuestros conciudadanos que lloran su trágica e innecesaria pérdida. Pero aquí se requiere más que oración. Como católicos y maristas, respetamos la santidad de toda vida. Todos somos hermanos y hermanas. Por la forma en que vivimos y actuamos, debemos dar testimonio de esta creencia. Condenamos cualquier acción que no esté en línea con los valores del evangelio.
Como educadores y evangelizadores, se nos confía la vida de generación tras generación de jóvenes. Enseñémosles respeto mutuo, tolerancia y amor. Seamos también un ejemplo para cada uno de ellos mientras viajamos juntos para construir un mundo mejor.
Como Consejo, nos solidarizamos con todos los que legítimamente protestan por la muerte de George Floyd y buscan justicia y reforma. Oramos para que lo hagan de manera pacífica y constructiva. Unimos nuestros corazones y acciones con los de nuestros compañeros maristas, jóvenes y mayores, que defienden la dignidad y los derechos de todos nuestros hermanos y hermanas. Sin embargo, no podemos apoyar la violencia que ocurre actualmente en toda nuestra nación.
Recordemos también a nuestros líderes cívicos elegidos; que se les dé la fuerza, la visión y el coraje para liderar a nuestro país en este momento de crisis. También recordamos en oración a las personas encargadas de hacer cumplir la ley que trabajan justamente para mantener la paz.
Hoy es la fiesta de María, Madre de la Iglesia. Que podamos unir nuestros corazones y mentes con esta mujer de fe, Nuestra Buena Madre, que era tan preciosa para San Marcelino. Que nosotros, como maristas de Champagnat, sigamos colocando el evangelio en el centro de nuestras vidas, haciendo que Jesucristo sea conocido y amado en todo el mundo.
Respetuosamente,
Hermanos Patrick McNamara, Dan O’Riordan, Robert Clark, Hank Hammer, Owen Ormsby, Albert Rivera, and Seán Sammon – Consejo Provincial de los Hermanos Maristas de EE. UU.