9 de octubre de 2019 PERú

Del corazón de Champagnat al corazón del Datem

El Proyecto Un maestro para Datem nace de una audaz apuesta de la Universidad Marcelino Champagnat (Lima) a favor de los pueblos originarios de la amazonía peruana.

En efecto, a finales del año 2011, la Universidad acogió la petición de los pueblos originarios quienes a través de sus “apus” o jefes carismáticos solicitaban que nos comprometiésemos en la formación de los actuales y futuros maestros de sus escuelas.La escena de Marcelino junto al joven Montagne se nos revelaba intensa, vigente e interpelante.

Esta providencial solicitud nos abrió la posibilidad de estar al lado de estas poblaciones secularmente postergadas y marginadas de la sociedad y de ponernos de su lado:  compartir, como amigos y compañeros, lo que somos; aprender de ellos y comunicar nuestro saber; unir nuestro presente y nuestro futuro al suyo.

Sentimos una poderosa invitación, desde la gratuidad y compasión evangélicas, a movernos y asociar nuestras vidas con los débiles, los que se mueven en las periferias de la vida y de la cultura. Nuestra propuesta es una apuesta solidaria transformadora. No solo dar pescado, sino enseñar a pescar: hacer a los pueblos originarios protagonistas lúcidos de su propia historia.

Datem del Marañon

La Provincia del Datem del Marañón, ubicada en el norte de la Amazonía Peruana, es una de las zonas más pobres y vulnerables del país. Más del 75% de su población es nativa. La provincia afronta una serie de dificultades y problemas: pobreza, aislamiento (las comunicaciones son por río), aislamiento por el difícil acceso a los medios de comunicación, postergación de los políticos y el gobierno central, contaminación de sus ríos por la extracción de petróleo…

La carencia de maestros idóneos es otro de los grandes desafíos de esta región amazónica. La mayoría de los docentes –incluso directores de escuelas- carece de la formación pedagógica y de la debida titulación. Las comunidades originarias reclaman maestros que hablen su propia lengua materna (especialmente para la enseñanza en el nivel inicial y nivel primaria), pero no hay los profesionales competentes requeridos. Las Universidades rehúyen trabajar en esta zona por las dificultades geográficas, climáticas y sociales que supone.

El proyecto

En los inicios del año 2012 comienza esta hermosa aventura del Proyecto “un maestro para el Datem”. Desde esa fecha, se han ido congregando algo más de medio millar de jóvenes y adultos de los ocho pueblos originarios que viven en el Datem: achuar, awajún, chapra, kandozi, kichwa amazónico, shawi, shiwilo y wampis. Un pequeño grupo de mestizos residentes en la zona completa el cuadro de estudiantes.

Los estudiantes se reúnen dos veces al año (aprovechando las vacaciones oficiales en las escuelas) para asistir a la etapa presencial de su formación.

Para asistir a las clases, los estudiantes se desplazan por los ríos en pequeñas canoas, en viajes que tienen una duración de uno y siete días, para llegar a la población de San Lorenzo del Datem de Marañón, la capital de la Provincia, cuya población llega a unos 5000 habitantes. Habitualmente, los estudiantes viajan con toda la familia.

Hasta allí se traslada, año a año, un nutrido grupo de voluntarios maristas en un periplo que incluye avión, autobús y barca. Son dos días de viaje desde Lima. 

El voluntariado

Si bien la Universidad garantiza la rigurosidad de desarrollo de los programas académicos con el personal docente requerido, el desarrollo de los procesos de acompañamiento del aprendizaje recae sobre un voluntariado marista, debidamente seleccionado y preparado.

La diversidad del origen de quienes participan en el proyecto es un reto, pero al mismo tiempo, una riqueza inmensa. En los años que lleva operando el Proyecto, han participado más de 200 voluntarios (varios de ellos más de una vez). Provienen del Perú, Chile, Bolivia y España, entre ellos hay hermanos y laicos, docentes, egresados y jóvenes estudiantes de la UMCH, así como docentes de obras maristas del Perú. Las edades oscilan entre 18 a 70 años de edad.

Participar en el proyecto como voluntario o voluntaria aporta una rica experiencia de vida y de misión compartidas. La experiencia de vivir en comunidad es, probablemente, más enriquecedora aún que el desarrollo mismo de la actividad académica. Nos esforzamos por constituir una familia donde todos colaboran en el cuidado de las personas y de las cosas, participando de momentos de gratuidad, oración y reflexión, al compartir los sueños y las preocupaciones. La vivienda y la comida son sencillas, pero no falta nada de lo necesario. La escasez de los medios se compensa con la pasión y el entusiasmo de los participantes.

La formación de los maestros

Cada año un grupo de unos 50 voluntarios se desplaza hacia San Lorenzo Datem del Marañón. Junto a ellos, un grupo de docentes de los pueblos indígenas desarrolla las asignaturas de las diferentes lenguas originarias, alguna de ellas, aún en pleno proceso de normalización, e incluso, en riesgo de extinción

Los estudios se desarrollan en forma semipresencial. El nutrido grupo recibe, en intensas horas diarias de trabajo, de lunes a sábado, las asignaturas propias de los planes de estudio correspondientes a cada carrera profesional.

En el período presencial se imparten las asignaturas, se ofrecen las experiencias de aprendizaje más significativas y se orienta trabajo que debe realizarse en la etapa no presencial. El proceso se complementa, posteriormente, con los aprendizajes que se realizan en sus propios lugares de trabajo. A pesar de las dificultades de todo tipo, la deserción de estudiantes es casi nula.

Junto a las asignaturas y experiencias propias de la formación del docente de Educación Inicial y de Educación Primaria, ofrecemos una atención pastoral y humana a todos los estudiantes participantes, con una fuerte proporción de no católicos. Asimismo, los hijos pequeños de los estudiantes son atendidos por estudiantes de la UMCH en la cariñosamente denominada ”escuelita”.

El objetivo fundamental de la experiencia es lograr titular -después de 8 años de estudio- a unos 500 docentes nativos bilingües. Los Títulos profesionales oficiales que reciben son el de Licenciado en Educación Inicial (o Educación Primaria) y el de Licenciado en Educación Primaria.

Este año 2019, y tras 8 años de formación, han egresado los primeros 30 docentes titulados. Las promociones siguientes son mucho más numerosas.

Mirando al futuro

La presencia marista en el Datem es un sueño común, un proyecto colectivo, donde entregamos y recibimos, enseñamos y aprendemos, compartimos presente y futuro con nuestros pueblos amazónicos tan alejados de casi todo, pero tan cercanos al corazón de Dios y de María.

El voluntariado marista realiza una enriquecedora triple experiencia: servicio, aprendizaje y convivencia fraterna. Cada año tendemos un puente solidario y fraterno que va del corazón de Marcelino al corazón del Datem.

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