9 de enero de 2012 CASA GENERAL

Gracias por tu servicio al Instituto como Director de comunicaciones

El 17 de diciembre de 2011, la comunidad de la Casa general despidió al H. Antonio Martínez Estaún, terminando su responsabilidad como Director de comunicaciones de la Administración general.
El H. Juan Moral, encargado del Archivo general, dirigió la despedida de nuestro hermano Antonio. En primer lugar, se tuvo una breve oración, agradeciendo a Dios sobre todo la persona del hermano, su sencillez, su espíritu de servicio, con el estribillo del Magníficat.
Le deseamos un gran éxito en el futuro y una gran esperanza en su nueva misión.

En forma de entrevista se le preguntó lo siguiente:

Tres hechos particularmente significativos vividos en la Casa general:
Antonio respondió en forma de anécdota: El primero, el Capítulo general. Expectante ante el nuevo Superior general, su discurso y las fotos a realizar… sin la tarjeta de memoria en la cámara fotográfica. El segundo hecho fue la Conferencia general de Sri Lanka: Fue su bautismo como comunicador. Todos estaban si haber terminado la tarea. Y él sin datos para comunicar. El tercero: La Beatificación de los hermanos mártires. El haber conseguido en el Vaticano la acreditación como periodista, también en la Jornada Mundial de la Juventud, le permitió acceder a muchos lugares, tener vistas únicas con las cuales hacer un reportaje excelente y completo.
Pero también fueron significativos para él: la tesis de maestría que le ayudó a descubrir la historia del Instituto, dejándole aún ese empeño; el acceso a los archivos que le concedió una visión más completa de la Congregación; y el estudio del rostro mariano de la Iglesia.

Lo que echará en falta:
Si le destinan a África: las comunicaciones de calidad que ha podido usar aquí en la Casa general, el instrumental, los programas y las ayudas técnicas. En Asia y Oceanía: los traductores. En América: los archivos y en Europa: la comunidad.
En cualquier lugar a donde vaya: una pizza “capricciosa”; la exquisitez del H. Javier Ocaranza; la fraternidad del H. Aloisio Kuhn, la puntualidad del H. Josep Roura en la entrega de las traducciones; la compañía y apoyo de Luiz da Rosa en el trabajo; la presencia del H. Eduard Clisby, los dichos y hechos de Ton Martínez; algún libro, la terraza para compartir la celebración festiva, las fiestas de cumpleaños…

Sus esperanzas personales para el futuro:
La esperanza de unas primeras profesiones de un grupo significativo de novicios de Europa. Que la comunidad o comunidades que le toque vivir sean fuente de vida y animación para el Instituto. Que la vocación de hermano sea valorada en la Iglesia. Que en Avellanas se pueda abrir un noviciado para laicos. Que el hermano Virgilio León sea descubierto por los laicos como dinamizador de la Familia Marista. Y ojalá sea proclamado “santo” por la Iglesia. Que el sitio web siga superando el número de visitantes.

Palabras a la comunidad:
Expresó palabras de "bendición" por lo que Dios ha hecho en él y en la comunidad. Nos dijo que es importante “entrar en la tienda de la intimidad, donde somos buscados para que le busquemos, donde somos amados para que le amemos… así ir preparando la fiesta del encuentro final y definitivo”. También expresó su perdón por sus fallas humanos, pero sobre todo gratitud, por la gran riqueza de haber compartido el proyecto, la misión y el servicio como Director de comunicaciones. Formuló el haber descubierto “las instancias inmensas de misericordia que Él, el Señor, quiere armonizar con las limitaciones de la creatura”.

Por último, nos dijo que en Roma había encontrado un centro que le ha animado en su vida espiritual: San Pablo extramuros, con una liturgia sencilla, cercana a la gente, el canto gregoriano… Allí valoró la figura de Pablo aficionado a Jesús y amante de la Iglesia. También la Basílica de Letrán donde renovó su bautismo, con los pies descalzos, en el baptisterio.

Antonio: Todos te estamos muy agradecidos por el don de tu persona, por tu trabajo y entrega al Instituto, te deseamos todo lo mejor en el futuro que te espera. Nuevamente gracias.

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