Hilo conductor del Congreso de la Vida Consagrada
La Vida Consagrada (VC), como la realidad sociocultural, política, económica y religiosa está viviendo un período de transformación profunda de la que debería brotar un nuevo estilo de ser y de actuar. La realidad actual pide a la VC nuevas respuestas que se encarnen en contextos concretos y que promuevan respuestas creativas y significativas.
No es fácil responder adecuadamente a los desafíos del mundo de hoy; sin embargo parece que la única calle transitable sea la de crear y proponer una VC significativa que ofrezca alternativas de choque fruto de un discernimiento lúcido y profundo.
Algunas respuestas negativas del pasado han creado cansancio y no han permitido vivir experiencias revitalizantes. Todo esto ha llevado a un callejón sin salida. Este ?pecado? ha limitado la perspectiva de futuro y no ha permitido engendrar vida.
El Congreso desearía ahora evidenciar lo que es esencial a la VC: la búsqueda de Jesús y el encuentro compasivo con el hombre y la mujer de hoy. Estos dos pilares se construirán con la fuerza del Evangelio y el carisma de los fundadores. Ayudarán a la VC a tomar conciencia de lo nuevo que está naciendo y a lo que hay que contestar, y a desprenderse de todo aquello que ya no responde a nada, sino que es, simplemente, nostalgia del pasado. Si la VC continúa realizando las mismas cosas y de la misma manera que lo ha hecho hasta ahora, obtendrá los mismos resultados que hoy. El vino nuevo tiene que meterse en odres nuevos.
En el fondo, revitalizar la vida consagrada significa alimentar la esperanza y la pasión para vivir lo cotidiano y servir, de este modo, a la Iglesia y al mundo. Se necesita fidelidad, lucidez y osadía a lo largo de este camino, en el que no nos faltará la gracia del Señor. Él es el artífice de toda conversión personal y comunitaria y es quien guiará la vida consagrada a transformar las estructuras y el entorno.