8 de septiembre de 2007 BRASIL

La Asamblea internacional escucha a los niños y jóvenes

Dentro del programa de trabajo que se ha previsto para la Asamblea este día, 4 de septiembre, ha estado dedicado a escuchar a los niños y jóvenes de nuestro mundo. Dilma Alves, miembro de la Comisión preparatoria, ha realizado la conexión entre la propuesta del grupo musical ?Lata viva?, que dejó en el corazón de los asambleístas el impacto del dolor que sufren los niños y jóvenes de nuestro mundo, y la realidad que le ha tocada a cada uno de los asambleístas al ponerse en contacto con niños y jóvenes como educadores.

Dilma ha subrayado que toda la crudeza de la vida de los jóvenes presentada en el musical termina en fiesta cuando los danzantes invitan a todo el público a unirse a ellos y bailar. Pero la realidad no es tan feliz. Los mismos muchachos que protagonizaron la obra musical no tienen asegurado su futuro. Esas historias de vida reales que presentaron en su obra de teatro no son las únicas realidades dolorosas de los niños y jóvenes de nuestro y muchas de ellas las desconocemos todavía. Por eso los animadores de la Asamblea han considerado imprescindible detenerse ante estas realidad de los niños y jóvenes de hoy y escuchar lo que Dios quiere decir al Instituto marista a través de ellas. Por eso el tono que ha prevalecido durante toda la jornada ha sido de interiorización y contemplación, de escucha y oración para dejarse tocar por el susurro de la voz de Dios que habla a través de voces calladas o de gritos silenciados.

La oración de la mañana ha sido una invitación a abrir las puertas del corazón y vivir las tristezas y las alegrías de la vida. Se inició con una canción acompañada de una sencilla coreografía, que surgió de la colaboración de todos los participantes, mientras repetían: ?Abro las puertas de mi corazón. Entrego, confío, acepto y agradezco?. Con el corazón así dispuesto se ha hecho una invitación a contemplar la imagen de los rostros de los niños y niñas del mundo entero con la ayuda de algunas imágenes. A través de esos rostros se ha recordado a cada uno de los niños y jóvnes de las obras educativas maristas del mundo entero.

Con la ayuda de algunos fragmentos tomados del documento Misión educativa marista, se ha pedido a la Asamblea que hiciera eco de lo que han significado esos rostros para ellos. La selección de textos indicaba, en primer lugar, que ?Marcelino Champagnat vivió entre los jóvenes, los amó entrañablemente y les dedicó todas sus energías? (53) en el mundo en que le tocó vivir. Y, en segundo lugar, que los maristas de hoy, ?a través de nuestro contacto individual con los niños y los jóvenes, llegamos a preciar su idealismo y su necesidad de formar parte de grupos que los motiven y les den una identidad.? (60)

Las preguntas para los grupos

El trabajo en grupo ha iniciado a continuación con estas preguntas: ¿Qué ecos y sentimientos provocó en cada uno de vosotros la presentación de los niños y niñas brasileños? Todo esto que hemos visto y oído, ¿qué tiene que ver conmigo? ¿Cuál es la postura del Instituto marista ante esta realidad? ¿Qué podemos hacer para cambiar todo esto?

Las respuestas que los grupos trajeron a la Asamblea se expresaron a través de canción: ?Abre tu casa. Abre tus dos brazos. Abre el camino de tu corazón?. Con grafitis: ?Necesito de ti. Quiero escuchar. Necesito de ti?, necesito que tu vida me toque. ¡Venga conmigo! Necesito un modelo de referencia. ¿Cuál es mi puesto en este mundo??

Durante el trabajo en grupos, los participantes han compartido la propia experiencia a partir de las presentaciones que hicieron los jóvenes. Fue, para algunos grupos, una oración y las palabras que aportaron a la Asamblea recuerdan las experiencias que cada educador ha tenido con los jóvenes: falta de oportunidades, inmigración, droga, abandono, necesidad de afecto, acompañamiento, crisis familiar, ausencia de Dios La canción ha sido el modo de refrendar los sentimientos: ?Yo no puedo callar, no puedo pasar indiferente ante el dolor de tanta gente. Yo no puedo callar. Me van a perdonar amigos míos, pero es que ahora tengo un compromiso y tengo que contar la realidad?. O bien esta otra: ?Vamos a construir un puente entre todos nosotros para unir tu corazón con el mío?.

Los gritos de los jóvenes han quedado grabados en el corazón de cada uno de los participantes, así como los clamores, los interrogantes y las interpelaciones. ¿Cómo podemos hacer para sanar los corazones de de tantos niños y jóvenes?

Algunos grafittis pusieron de manifiesto lo que aconteció en los grupos: ?¡Eh, profesores: existo! Necesito de ti. Quiero una oportunidad. ¡Quiero vivir!
En estos momentos estamos invitados a salir de nuestras casas, e nuestras estructuras para encontrarnos con los jóvenes. Otra vez la canción: Soy vecino de este mundo por un rato y hoy necesito que tú estés aquí; coincidencias tan extrañas de la vida. ¡Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio? y coincidir!?

Un reflexión desde el corazón

Por la tarde los asambleístas contemplaron los aportes gráficos y simbólicos realizados en la mañana por los grupos junto con los mensajes que dejaron los miembros de ?Lata viva? y se fueron a reflexionar personalmente con esta propuesta: Piensa en un niño o en un joven que ha cambiado tu vida. ¿Cómo puedes agradecer a Dios este regalo? Piensa en el niño o en el joven que has nombrado esta mañana en el grupo. ¿Cómo piensas que Dios quiere que sea cuando tenga 25 años? Como parte de tu cultura y de tu nación reflexiona sobre estos versos tomados del himno del Gram. Kendrikc:
?¿Quien puede hacerse cargo de la profundidad del dolor
del corazón paterno de Dios
Por los niños que hemos rechazado,
por todas las vidas tan profundamente heridas?
Y por cada luz que hemos apagado, hemos traído oscuridad a nuestra tierra,
a nuestra nación, a nuestra nación.
¡Señor, ten piedad!?

Durante la tarde se ha dedicado un largo espacio de tiempo a escuchar en silencio lo que Dios le decía a cada uno en su corazón. Esta oración contemplativa ha centrado la atención en tres aspectos: Acción de gracias por los niños, niñas y adolescentes y sus capacidades; el ?sueño de Dios? para el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes; nuestra toma de conciencia de aquellas necesidades que no hemos respondido como maristas.

Y una celebración festiva

El trabajo interior que se ha vivido en los grupo ha ido encaminado a preparar la celebración festiva de la eucaristía. La frase, coro de canción, dibujo, fotografía, texto o expresión corporal, elaborado por los grupos ha conformado una hermosa ofrenda en torno del altar. De esta manera, los símbolo que cada grupo ha ido elaborando para expresar sus vivencias han terminado siendo el símbolo colectivo que la Asamblea nos ha aportado junto al altar.

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