Maristas, portadores de vida nueva
“Marista mitondra aina vaova”(Maristas,portadores de vida nueva).Tal ha sido el slogan escogido para la celebración de la llegada de los Hermanos Maristas a Madagascar. ¡Cien años de trabajo y de sacrificios al servicio de la evangelización! ¡Cien años de educación y sobre todo de presencia al lado de los jóvenes malgaches! Una ocasión como ésta merece ser señalada, no solo para celebrar el aniversario sino también para reconocer la misión llevada a cabo por los Hermanos durante todos estos años de presencia en suelo malgache. Es ante todo, un momento especial de agradecimiento por todo el camino recorrido desde la llegada de los pioneros a tierras malgaches en 1912. San Marcelino Champagnat, nuestro fundador, decía con acierto: “Si el Señor no construye la casa, en vano trabajan los constructores” (Sal.126).
Las diferentes manifestaciones, desarrolladas entre el 13 y el 15 de agosto, tuvieron lugar en Antsirabe y Betafo y más de quinientas personas participaron directamente en la celebración. Cada una de las siete escuelas maristas había enviado sus representantes: alumnos, profesores y Hermanos. Las salas de clase del colegio privado S. José de Antsirabe y las del colegio S. Luis de Betafo sirvieron de alojamiento para los peregrinos.
Betafo es el primer lugar de misión de los primeros misioneros maristas enviados a Madagascar. Los Hermanos han estado trabajando allí hasta 1976. Actualmente, los Padres salesianos se hacen cargo de la escuela y la parroquia. Dichos Padres han colaborado también con los Hermanos en la organización y el desarrollo de esta efeméride.
El carnaval en torno a la ciudad de Antsirabe, la peregrinación Antsirabe-Betafo (distantes 23 km.) y la misa de acción de gracias en la catedral de Betafo el 15 de agosto, fueron los momentos más destacados de la celebración. Mons. Félix Ramananarivo, obispo emérito de Antsirabe presidió la eucaristía acompañado por algunos sacerdotes, entre los cuales, el párroco de la parroquia S. Luis Gonzaga de Betafo, su vicario y otros sacerdotes estrechos colaboradores y antiguos alumnos de los Hermanos Maristas. Después de la misa, una comida fraterna reunió a los convidados en la sala grande del Colegio S. Luis de Betafo para subrayar el acontecimiento. La tarde se dedicó a actividades culturales: los alumnos de las diferentes escuelas presentaron danzas típicas de sus regiones. Con las danzas, los discursos así como mediante coreografías inspiradas en sus regiones de origen, los alumnos lograron expresar su alegría y su agradecimiento a los Hermanos Maristas por su dedicación total a la educación cristiana de la juventud.
La celebración del centenario de la llegada y de la presencia de los Hermanos Maristas en Madagascar continúa a lo largo de un año. Diferentes manifestaciones y actividades están previstas para resaltar estos cien años de presencia marista en la isla grande. Entre ellas cabe destacar: cursos, exposiciones, conferencias-debate y otros numerosos actos de diversa índole.
Ojalá que la celebración de este jubileo ayude a los Maristas de Madagascar a permanecer más atentos a las llamadas del Espíritu Santo para un mayor compromiso en su misión. Oremos también para que tengan suficiente ánimo y audacia en “salir deprisa, hacia tierras nuevas”, para dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar por otros jóvenes.
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RAZAFIMANDIMBY Maminiaina Michel, fms