Muere en Coimbra la última testigo de las apariciones de Fátima

Sor Lucía de Jesús dos Santos, testigo de las apariciones de la Virgen de Fátima junto a Francisco y a Jacinta Marto, murió el 13 de febrero de 2005 a las 17,25, en el Carmelo de Santa Teresa en Coimbra, a la edad de 97 años (23.03.1907 – 13.02.2005).
Las peripecias de estos tres pastorcillos se iniciaron el 13 de mayo de 1917. Mientras pastoreaban su rebaño vieron una figura de luz, una Señora muy bella que dijo venir del cielo y que les convocaba, en el mismo lugar y a la misma hora, para el día 13 de los meses sucesivos. Fue la primera aparición a la que siguieron otras. Con el paso de los meses, la gente del lugar empezó a unirse a los videntes en su oración y para asistir a los acontecimientos misteriosos. El 13 de octubre de ese año – última aparición oficial – ocurrió un milagro que la prensa de la época describió con gran énfasis: una muchedumbre inmensa asistió a un raro fenómeno atmosférico, llamado la danza del sol, y que duró bastantes minutos. Al año siguiente, morían Francisco y Jacinta, afectados por la epidemia de ?gripe española. Lucía salió indemne y se hizo monja el 3 de octubre de 1928.

La gran devoción a la Virgen que tiene el Papa Wojtyla y la coincidencia de esa fecha (13 de mayo) con la del atentado en la Plaza de San Pedro, ha ligado al Papa, de modo especial, con ese santuario mariano de Portugal y con quien fue testigo de los hechos extraordinarios.
El 13 de mayo de 1982, el Papa habló con Lucía durante su primera peregrinación, un año después de sufrir el atentado en la Plaza de San Pedro; fue, entonces, cuando ofreció a la Señora la bala con que había sido herido por la pistola de Alí Agca. La segunda vez fue en 1991. Y de nuevo se encontraron en el año 2000, con ocasión de su tercera peregrinación, cuando beatificó a Francisco y a Jacinta y donde le reveló el así llamado tercer secreto de Fátima.