7 de diciembre de 2005 ITALIA

¡Toda hermosa eres, María!

Al decir que María es la Inmaculada afirmamos de ella dos cosas, una negativa y otra positiva: la negativa es que ha sido concebida sin la ?mancha? del pecado original; la positiva, que ha venido al mundo llena ya de toda gracia. En esta palabra tenemos la explicación de todo lo que María es. El evangelio de la fiesta lo subraya haciéndonos escuchar las palabras del ángel: ?Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo?.
La palabra gracia puede ir en dos sentidos. Puede significar favor, perdón, amnistía, como cuando decimos de un condenado a muerte que ha obtenido la gracia. Pero también puede significar belleza, fascinación, amabilidad. El mundo de ahora conoce muy bien este segundo sentido de gracia. Digamos, más bien, que es el único que conoce.
También en la Biblia encontramos este doble significado. La gracia indica, primero y ante todo, el favor divino gratuito e inmerecido, que, en presencia del pecado, se traduce en perdón y misericordia; pero luego indica igualmente la belleza que deriva de este favor divino, lo que llamamos estado de gracia.
En María encontramos estos dos significados de gracia. Ella está ?llena de gracia? sobre todo porque ha sido la destinataria de un favor y una elección únicos; y también es ?agraciada?, es decir, salvada gratuitamente por la gracia de Cristo (ha sido preservada del pecado original ?en previsión de los méritos de Cristo?) Pero es también la ?llena de gracia? porque Dios, al elegirla, la ha vuelto resplandeciente, sin mancha, ?toda hermosa?, ?tota pulchra?, como canta la Iglesia en este día.
La Inmaculada Concepción es la fiesta de la gracia y de la hermosura, y en esto tenemos también un mensaje muy importante para nosotros hoy. La belleza nos llama a todos, es uno de los resortes más profundos del actuar humano. El amor por la belleza nos agrupa a todos. Podemos no estar de acuerdo en qué o en dónde está la belleza, pero la belleza nos atrae a todos. ?El mundo se salvará por la belleza?, dijo Dostoevskji. Pero tendremos que añadir a continuación, el mundo también se puede perder por la belleza.
¿Por qué la belleza se transforma tantas veces en una trampa mortal y en la causa de delitos y lágrimas amargas? ¿Por qué tantas personificaciones de la belleza, a partir de la Elena de Homero, han sido causa de lutos y tragedias tan crueles, y tantos mitos modernos de belleza ?el último, el de Marilyn Monroe- han terminado de una manera tan triste?

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