20 de noviembre, Día Internacional de los Derechos del Niño
Seguimos recordando este día, y lo seguimos haciendo porque tenemos motivos para hacerlo. ¿Hemos avanzado? La respuesta creo que es que sí. ¿Hemos llegado al fin de este camino? Sin duda que la respuesta es no. El propio papa Francisco, en la encíclica Fratelli Tutti 8, reconoce que se ha avanzado, pero que esto no es suficiente.
Nos encontramos en una situación mundial, la pandemia, que sin duda está significando un retroceso en la implementación de los Derechos de los Niños. La situación de crisis sanitaria se traduce también, en muchas partes de nuestro mundo, en una situación de crisis económica y social. Y en este tipo de crisis sabemos muy bien que quienes más las sufren son las personas más vulnerables, particularmente los niños, las niñas y los adolescentes.
En el documento de la Iglesia, recientemente publicado y cuyo título es inspirador de Derechos, el Papa menciona en varias ocasiones los derechos humanos en general, centrándose en algunos momentos en los derechos de los niños en particular. En el número 29 se refiere a los niños que sufren las consecuencias de la pobreza y del hambre. Unos derechos que surgen de la innegable dignidad humana, a la que no podemos renunciar en ningún caso.
En el número 173 de esta misma encíclica afina su pensamiento, desde las instancias más altas de la política, abogando por la reforma incluso de la Organización de Naciones Unidas, para así poder lograr “una concreción real al concepto de familia de naciones”.
Como Maristas de Champagnat, del siglo XXI, no podemos eludir nuestra responsabilidad en la defensa de los derechos humanos básicos, y menos aún en nuestro trabajo en favor de los Derechos de los Niños. Desde hace ya algunos años venimos trabajando en este sentido ante las Naciones Unidas, y ante organismos gubernamentales, para defender, proteger y potenciar el cumplimiento de los derechos de todos los niños y niñas.
Queremos seguir creciendo en este sentido, y queremos seguir dando respuestas creativas, en colaboración con otros, comprometiéndonos “firmemente en la promoción y defensa de los derechos de los niños”, tal y como nos dice la quinta llamada del XXII Capítulo General. El trabajo en favor de los derechos de los niños es cada vez mayor en las Provincias y Regiones del Instituto, las colaboraciones con otras instituciones también se van extendiendo, la búsqueda creativa de nuevas formas de colaboración con otras congregaciones se desarrolla tanto a nivel local como a nivel de la Administración General.
Este tiempo de pandemia nos puede ayudar a ser más sensibles a las necesidades de nuestro mundo. Puede ser una oportunidad para abrir más “los ojos de nuestro corazón y escuchar el llanto de los niños y jóvenes”. Podemos dar gracias a Dios porque, personalmente y como Institución, vamos dando pasos decididos en este sentido, tanto los laicos como los hermanos. Pidamos a Dios, que es Trinidad, nos conceda la gracia de ser siempre sensibles a las necesidades de los niños y jóvenes, y que nos dé la fuerza para seguir dando respuestas especialmente a quienes más lo necesitan.
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H. Ángel Diego – Director del Secretariado de Solidaridad
FMSI
FMSI es una Fundación creada por el Instituto marista para la promoción y protección de los derechos del niño. FMSI lleva a cabo su misión mediante actividades de advocacy y lobbying y proyectos en los países donde existe presencia marista.