Con la mirada puesta en el futuro
Hoy (12 noviembre) ha sido una jornada intensa. Solamente se disponía de la mañana para poder trabajar juntos. La tarde se había previsto pasarla fuera de casa. La primera sesión de trabajo de la mañana se ha dedicado a poner en común los sueños de futuro que han aparecido en los grupos. Luego de todo lo que se ha compartido orado y celebrado, los jóvenes han dado rienda suelta a la imaginación. Se les ha pedido que expresen sus sueños para los próximos diez años de la vida marista. Estas han sido su propuestas: compartir la misión, abrir fronteras, más hermanos maristas en otros países, opción real por los pobres, verdadera internacionalidad que se abra a otros horizontes, inculturarse en el grupo donde se vive, más vocaciones de hermanos y hermanas maristas, llegar a más lugares, constituir comunidades mixtas, más acción social y trabajo de solidaridad, disponibilidad para la movilidad y el desplazamiento, la unión de hermanos y laicos para generar vida formando comunidades de vida, fe y misión, mayor número de hermanos y laicos trabajando con marginados, fomentar presencia y trabajo en ambiente ecuménico. Esta generación de jóvenes, puestos a soñar, superan a los del 68 al pedir lo imposible. Entre sus sueños han incluido también el de que un laico joven forme parte del Consejo general. Esperemos que el Espíritu Santo vaya preparando los caminos.
Al concluir esta sesión de trabajo se comunicó que Viviana, de México Central, es la autora del logo que se ha utilizado para este encuentro. Aprovechando la presencia de la autora en medio de los jóvenes explicó el significado de los ideogramas que encierra el logo. El elemento central del mismo está tomado de la cultura azteca y representa una lengua que expresa la comunicación que procede del corazón marista situado en la parte central. Los colores aluden a la diversidad cultural de cuantos hemos sido convocados a este encuentro. Un gran aplauso de todos los presentes fue el signo de gratitud a Viviana por su significativo aporte para difundir la imagen marista entre los jóvenes.
El hermano Seán clausura el encuentro
Al legar al final de los trabajos de estos días el hermano Seán Sammon, Superior general, ha recorrido de nuevo el camino vivido durante estas jornadas para destacar los aportes más destacados. Al hacer este repaso de las vivencias y las experiencias que se han compartido ha podido subrayar que el encuentro del Consejo general con los jóvenes del Arco Norte ha sido una vivencia de fe y de vida marista que ha animado la esperanza de encontrar respuestas al proyecto marista. ?Tanto mi persona como todos los demás miembros del Consejo general, ha dicho el hermano Seán, hemos estado muy a gusto compartiendo los trabajos con vosotros. Vuestro entusiasmo y vuestro amor por la vida marista ha sido fuente de ánimo para todos?.
Al proyectar la mirada hacia el futuro el hermano Seán, recordando su experiencia de enfermedad cuando le diagnosticaron un tumor en el cerebro, ha animado a los jóvenes a valorar los dictados del corazón. En su reflexión ha destacado la problemática y las soluciones que afectan a los jóvenes de esta región marista. La experiencia de fe en algunos países de la región, fuertemente secularizados, es muy difícil. Los jóvenes han de aprender a trabajar también con personas que no tienen fe o que se oponen a la opción creyente. Destacó a continuación la gran riqueza que ha aportado el encuentro al haber podido compartir el carisma marista. ?Al compartir el carisma hemos compartido también los sentimientos y el sueño de Marcelino?, ha afirmado el hermano Seán. A continuación ha subrayado el hecho de que los jóvenes hayan hablado abiertamente de vocación indicando las condiciones que se han de dar en la vida de un joven para responder a esas llamadas vitales que Dios nos hace. También ha insistido una vez más en la necesidad de superar la confusión que existe sobre la identidad del hermano y del laico. Propuso a continuación a Marcelino como modelo de creatividad para los jóvenes al recordar que con 28 años ya fue fundador de los hermanos maristas. Tenía una pobre casa, unos discípulos en ciernes y muy poco dinero. Pero tenía un sueño. Hoy ese sueño se ha hecho realidad en casi ochenta países donde cerca de 4.000 hermanos y unos 40.000 laicos están formando el corazón de cerca de medio millón de niños y jóvenes. ?Hemos de hacer que su sueño sea nuestro sueño?, concluyó diciendo.
Junto con unas palabras de gratitud obsequió a todos los presentes con un pequeño regalo como recuerdo de los felices días vividos en Guatemala. Y tuvo palabras de gratitud también para el hermano Hipólito, Provincial, para los hermanos de la Provincia de América Central, para los que han organizado el encuentro y para todos sus colaboradores.
La misa ha sido la ocasión de poner de relieve lo que ha resultado más valioso para cada uno de los participantes. Los comentarios a la palabra de Dios y las expresiones de gratitud han conformado un hermoso mosaico de vivencias, sentimientos y propósitos que recoge la gran experiencia de estos días. Acompañaron a los jóvenes los hermanos escolásticos de la provincia, los postulantes y sus hermanos formadores. Al concluir se obsequió a cada uno de los participantes con una fotografía del grupo y una bufanda de colores.
La tarde ha sido una oportunidad para consolidar la amistad nacida en la convivencia de estos días. Todos los jóvenes fueron acompañados por el Consejo general en la visita que se realizó a La Antigua capital de Guatemala, ciudad fundada en el lugar donde se encontraba la capital cachiquel, en el territorio del indígena del altiplano guatemalteco: Ixinmché. Fue sustituida como capital por la nueva ciudad de Guatemala tras ser destruida en gran parte aquélla por un terremoto. Durante el recorrido los jóvenes pudieron contemplar algunos edificios que todavía muestran los efectos del terremoto demoledor. La ciudad tiene un corte colonial en su trazado y en su arquitectura. Los visitantes han podido disfrutar de los bellos rincones que encierra los patios coloniales y en los edificios religiosos y civiles que están en servicio.