LaValla200> Comunidad de Tabatinga promueve actividades educativas
En comunión con el sueño de san Marcelino Champagnat de formar buenos cristianos y ciudadanos, la comunidad LaValla200> de Tabatinga, Brasil, promueve el proyecto Redes, que busca ser una presencia significativa entre los niños y jóvenes en situación vulnerable en la triple frontera entre Brasil, Colombia y Perú, a través de la promoción y acompañamiento de la educación escolar, su protagonismo y la defensa de sus derechos.
El proyecto quiere ser un espacio de educación, ocio, convivencia y refuerzo escolar. También cuenta con colaboradores voluntarios. Como estructura de apoyo al proyecto se ha creado el Centro Marista, un espacio físico que permite realizar actividades educativas. Se trata de una iniciativa fundamental, dado el contexto social de la ciudad de Tabatinga, que carece de espacios seguros y actividades educativas dirigidas a niños, niñas y adolescentes. “El Centro Marista juega un papel importante en la oferta de momentos de ocio, destinados no sólo a la diversión, sino también a la formación humana de cada persona”, afirma Sthefany de Sousa, una de las voluntarias del proyecto.
El proyecto Redes opera a partir de dos enfoques. Con respecto a los niños, adolescentes y jóvenes, el enfoque comprende las actividades educativas, con el apoyo de laicos y voluntarios en la realización de actividades de refuerzo escolar, clases de inglés y español y momentos recreativos. Desde el punto de vista del liderazgo vecinal, comunidades eclesiales y docentes, ofrece espacios de formación y escucha entrados en el desarrollo integral. Esta perspectiva abarca también los lineamientos relacionados con la garantía de los derechos de las comunidades indígenas y ribereñas de la región, teniendo como principio rector el cuidado de la Casa Común a la luz del concepto de ecología integral.
Para Jaelen Vale, madre de dos niñoa ayudados por el Centro Marista, el Projeto Redes hace realidad los sueños mediante las oportunidades que ofrece y el compromiso con el que trabajan los voluntarios. “Enseñan muy bien, tienen paciencia para explicar cada detalle cuando un alumno no puede entender. ¡Es muy gratificante! ¡Es una alegría enorme!”. Inspirada por la participación de sus hijas en el proyecto, Jaelen también comenzó a participar en las actividades que promueve la iniciativa: “¡Nunca perderé mi tiempo en otras cosas que no sean mis estudios!”, comenta.
La comunidad Lavalla200> de Tabatinga está formada actualmente por Mayra Gutiérrez (México Occidental) y el H. Luke Fong (Distrito del Pacífico, Fiji). A fines de abril, se espera la llegada de una pareja brasileña como voluntarios.