Tifón Haiyan: emergencia en las Filipinas
El súper tifón Yolanda (Haiyan) golpeó las Filipinas con vientos de 305 km/h a principios de noviembre de 2013. Proveniente del Océano Pacífico, tocó tierra en Guian (Sámar) y luego se desplazó hacia Tacloban (capital de la Provincia de Leyte), importante ciudad de las Bisayas Centrales.
Las provincias de Leyte y Sámar son consideradas como la zona más pobre de las Filipinas debido a su exclusiva dependencia de la agricultura (centrada sobre todo en el cultivo del coco y el arroz) y a su carencia de industria. La población también depende de la pesca a pequeña escala.
La gente de Leyte a menudo es víctima de los tifones y está habituada a ellos, pero no esperaba que Yolanda causara tantos estragos. El fuerte viento generó presión sobre el agua del Golfo de Leyte, lo cual causó la marejada o inundación. Tres gigantescas olas, tan altas como un edificio de dos pisos, golpearon la costa de la ciudad de Tacloban. La gente pobre que vive al lado del mar fue seriamente afectada. Se estima que ha habido 10.000 muertos, aunque aún hay mucha gente desaparecida. Todavía no se ha podido dar sepultura a muchos cadáveres porque los parientes no se han presentado para identificarlos.
Las viviendas, establecimientos comerciales, escuelas, iglesias, edificios gubernamentales, líneas eléctricas, todo fue destruido. Aunque han transcurrido casi dos meses desde el incidente, todavía hay escombros que no han sido retirados.
Hubo ayuda internacional de parte de las Naciones Unidas, UNICEF, de los países de Europa, Oceanía, Japón, Corea del sur, Estados Unidos, etc. Consistió en atención médica, suministro de artículos de primera necesidad, operaciones de limpieza, asistencia psicológica, entre otros servicios.
El tifón causó mucha destrucción, no sólo en la ciudad de Tacloban, sino en las provincias de Sámar y Leyte. Hay lugares que están muy lejos de la ciudad donde no ha llegado todavía la ayuda.
La municipalidad de Jaro está más o menos a una hora de Tacloban. Las Oblatas de Nuestra Señora (OND), una congregación fundada por el obispo George Dion OMI, posee y administra la escuela de Notre-Dame de Jaro desde hace 50 años. Hay más de 400 alumnos matriculados. La escuela ha sido cuna de religiosas y sacerdotes a lo largo de los años. Las hermanas OND tienen sus casas de formación en Tamontaka y Cotabato, junto con los hermanos maristas y los padres Oblatos. Algunas hermanas trabajan en las tres escuelas Maristas de Dadiangas, Marbel y Kidapawan.
El hermano Manuel de León, en nombre de los hermanos maristas, visitó la zona afectada y se puso en contacto con las hermanas OND. La escuela de Jaro, como puede apreciarse en las fotos, ha sido destruida. Hace falta reconstruirla por completo. También necesitan un programa de subsistencia para las familias, de modo que puedan mantener a los niños y mandarlos a la escuela. Las hermanas OND tienen otra escuela, Notre-Dame de Abuyog, que cuenta con más de 600 estudiantes, en su mayoría hijos de agricultores y pescadores. Ha sufrido daños, pero no tanto como Notre-Dame de Jaro.
La FMSI (Fundación Internacional de los Hermanos Maristas) ayudará a las Oblatas de Notre-Dame a reconstruir sus escuelas. En colaboración con la SAGIP KA 2000 FOUNDATION (ONG de los hermanos maristas en Filipinas, que cuenta ya con algunos miembros en Tacloban), echará a andar varias actividades, por ejemplo un programa medios de vida sostenible para los pobres en determinadas comunidades que pasarán hambre cuando termine el suministro de bienes de emergencia. Tienen el proyecto de comprar semillas de hortalizas para que la gente las cultive como apoyo a sus necesidades nutricionales.
Cualquier ayuda que podamos ofrecer a los pobres implicará un gran avance para ellos. Alimentación, medicinas, vivienda, educación y consejería psicológica son las necesidades básicas que en este momento deben resolverse.
La FMSI, a través de PayPal, recogerá cualquier donación, por pequeña que sea, para esta emergencia en las Filipinas.