12 de diciembre de 2007 VATICANO

Crear un profundo sentido de solidaridad

Del 31 de noviembre al 2 de diciembre, ochenta y siete ONGs de inspiración católica asistieron a un forum organizado por la Secretaría de Estado del Vaticano. Todas las ONGs tienen el compromiso de trabajar en favor de la dignidad de las personas dentro de la comunidad de naciones. El encuentro sirvió de espacio interactivo en el que los participantes pudieron compartir experiencias, prioridades y desafíos.

En el grupo de las ONGs había movimientos de acción católica, organizaciones de ayuda humanitaria, asociaciones vinculadas a movimientos del laicado católico y entidades establecidas por congregaciones religiosas. La reciente Fundación de Solidaridad Marista Internacional (FMS International), que reemplaza al BIS, fue una de las ONGs invitadas al forum.

Kevin Ahern, presidente saliente de IMCS-Pax Romana y miembro del equipo que preparó la reunión, comentaba: ?Nuestras organizaciones se cuentan entre las más activas, son ONGs efectivas y creíbles que trabajan en ámbitos intergubernamentales y llevan la iniciativa en asuntos actuales de capital importancia, tales como la familia, la educación, el desarrollo, la cultura juvenil, el sida, los movimientos migratorios, el empleo y la paz?.

En la segunda jornada del forum, durante la audiencia privada que se tuvo con el Papa Benedicto XVI, Mr. Ahern aludió, en sus palabras de saludo, a la triple labor de estas ONGs en el contexto mundial: ?En primer lugar, desempeñamos un papel de defensa, aportando ante diversos organismos la experiencia, la voz y el conocimiento de nuestros miembros y de las personas a las que servimos. A través de un trabajo directo en las oficinas correspondientes y con sus propias intervenciones, las ONGs católicas han conseguido introducir los valores cristianos dentro de los acuerdos internacionales. En segundo lugar, ayudamos a formar la conciencia cristiana mediante la educación de nuestros miembros en cuestiones que se refieren a toda la familia humana, inspirándoles a empeñarse en acciones de amor, caridad y justicia. Por último, ayudamos a inculcar en todos nuestros asociados un profundo sentido de solidaridad?.

Tras dar la bienvenida a los participantes, el Santo Padre manifestó su gratitud y aprecio por el trabajo que las ONGs católicas realizan en ?colaboración activa con la representación pontificia de las organizaciones internacionales?. Dijo también el Papa que, a pesar de sus distintos contextos, los delegados comparten una misma ?pasión por la promoción de la dignidad humana. Es esta pasión la que ha inspirado constantemente la actividad de la Santa Sede en la comunidad internacional?. Luego continuó diciendo que uno de los objetivos del encuentro era ?impulsar el espíritu de cooperación? entre las organizaciones presentes, de manera que esa cooperación sirviera para acrecentar ?la eficacia de la común actividad en pro del bien integral de las personas individualmente y de toda la humanidad en general?.

Al llegar el fin de la segunda jornada de trabajo, se advertía con claridad que no iba a resultar fácil llegar a una decisión sobre el modo de proceder. En parte esto puede ser atribuido a las dificultades que muchos entrevieron ya después del turno de debate de ese día. Primeramente, cada organización está firmemente adherida a sus propios fines. Esto, que puede ser una señal positiva de compromiso serio con su labor, hace más difícil efectuar movimientos fuera de ese campo prioritario en aras de algunas acciones conjuntas en las que se puedan implicar todas las organizaciones católicas simultáneamente. Segundo; las propias declaraciones que se escucharon a lo largo del forum ponían de manifiesto la diversidad reinante entre los participantes en lo relativo a intereses y preocupaciones. Tercero; a la hora de compartir en pequeños grupos por lenguas, todavía se hacían más visibles las diferencias y, por tanto, resultaba más difícil ponerse de acuerdo sobre el tipo de cooperación posible, habiendo tantas voces distintas resonando en el contexto internacional.

Finalmente, tal como se veía venir, fue imposible llegar a una declaración conjunta sobre el modo de proceder. Pero se alcanzó un consenso sobre el interés e importancia del encuentro celebrado, con ánimo de seguir impulsando el diálogo en futuras convocatorias. Se veía la necesidad de seguir reflexionando colectivamente en torno a los grandes retos que tienen ante sí todas las ONGs católicas, independientemente de los objetivos concretos de cada una. En el aire quedó un desafío en forma de pregunta: Dadas las actuales circunstancias cambiantes del trabajo en el ámbito internacional, ¿qué se necesita para fortalecer nuestra eficacia y credibilidad como agentes de cambio en favor de un mundo mejor y más justo?

En el momento de clausurar el forum se hicieron varias recomendaciones. Habrá un equipo nuevo de trabajo, más ampliado, que estudiará las maneras de actuar conjuntamente como ONGs católicas en el futuro. En este panorama de colaboración creativa habrá que incluir no sólo a los participantes del forum, sino también a los grupos que no han podido asistir, a los que por una razón un otra pudieron quedar olvidados en la convocatoria, y a las organizaciones que están surgiendo en los países en vías de desarrollo. Todos están invitados a seguir reflexionando en torno a estas cuestiones a nivel local y regional, a través de las estructuras organizativas ya existentes, y merced al liderazgo de las ONGs más experimentadas, que pueden hacer de guías para facilitar los encuentros. Después, los asistentes convinieron en realizar un nuevo forum internacional dentro de dos años para recoger las conclusiones de estos acercamientos. No será una tarea sencilla, desde luego, pero hay que esforzarse en conseguirlo, dando pequeños pasos, a fin de que las organizaciones católicas puedan tener un papel relevante en la construcción de un mundo en el que reine la justicia y la equidad.

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